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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Socio-Director de Eurogroup Human Resources.Orgulloso de colaborar con Intereconomía desde abril de 2012."""
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El ‘arriolismo’ está destruyendo al PP y rematando a España

7 de octubre de 2014

La estrategia político-ideológica del actual PP, ideada por Arriola y fundamentada en gobernar España a golpe de cálculos electorales, está destruyendo al PP y rematando económica, política, judicial, ética y socialmente a España.

 

El “arriolismo” consiste básicamente en atraer electoralmente y, en consecuencia, intentar aglutinar en la base electoral del PP a los potenciales votantes de la izquierda moderada y descontenta con la deriva del socialismo en España. A los ciudadanos que tradicional y fielmente han votado al PP, pertenecientes al centro-derecha. A los conservadores de derechas. A los liberales temerosos del socialismo. Etc.

Esta malvada e inmoral estrategia se ha convertido en un complicadísimo puzzle político-económico a nivel gerencial, en el que colocar adecuadamente las piezas cada vez es más difícil. Y, por supuesto, la misma ha retratado éticamente al ideólogo que la diseñó e, igualmente, a los actuales dirigentes del partido en el Gobierno, que se han encargado de ejecutarla a la perfección.

Sin duda, las promesas electorales realizadas antes de las últimas elecciones generales por el anti líder Rajoy, que posteriormente se han incumplido, han constituido la esencia del éxito de la citada estrategia made in Arriola. Y también la demostración de que el arriolismo está basado en la falsedad. 

El resultado final no es otro que el hartazgo del que son víctimas actualmente todos los segmentos de votantes a los que sedujo el PP el 20-N-2011.

Porque el PP ha gobernado durante estos casi tres primeros años de legislatura persiguiendo el prioritario objetivo de mantener intacto el modelo de Estado actual y, de este modo, seguir generando bienestar y riqueza para la casta político-sindical y la élite financiera. A tal efecto, complementariamente y para ocultar la corrupción, el Gobierno ha blindado judicialmente a estos colectivos mediante la politización del CGPJ.

En segundo lugar, el foco de la gestión gubernamental se ha centrado en procurar que las multinacionales eléctricas, gasísticas, petroleras, etc., consigan beneficios extra, vía intercambio de favores. La contrapartida de todo ello es el empobrecimiento masivo de los ciudadanos.

Por último, las políticas del Gobierno han intentado, traicionando a la mayoría de sus votantes tradicionales, contentar ideológica y socialmente a la izquierda española.  

Evidentemente, esta legislatura está sirviendo para que el Gobierno del PP sostenga un sistema parasitario y clientelar, concebido para expoliar a las familias, a las pymes y a los autónomos en favor del enriquecimiento de una casta político-sindical depravada. Este injusto e insolidario modelo fue creado por el PSOE de Felipe González en 1982. Llegó a su máximo esplendor con Zapatero. Y Rajoy & Arriola le han puesto la guinda.         

¿En función de la calculadora electoral del gurú Arriola, cuántos votos ganará el PP en las próximas elecciones en virtud de la actitud tancredista mantenida por el Gobierno ante la deriva secesionista en Cataluña? ¿La retirada de la reforma del aborto? ¿La protección brindada a los políticos que han arruinado las antiguas cajas de ahorros? ¿La excarcelación de etarras, asesinos y violadores? ¿La subida de impuestos más alta de la historia de nuestra pseudo democracia? ¿La ayuda para salvar al Grupo Prisa de una quiebra segura? Etc.

Los irreales e ilusos PGE – 2015, argumentados en base a un deseado crecimiento del PIB, una esperada reducción del déficit y una supuesta recuperación del consumo, empobrecerán más aún a los parados y a los desfavorecidos del sistema. Y por el contrario, los partidos políticos saldrán, una vez más, favorecidos económicamente.

La ninguneada sociedad civil debe resurgir e imponerse a la casta al objeto de sustituir nuestra corrupta partitocracia actual, prostituida por zapateros y arriolas, por una verdadera democracia.

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