Nos referimos al bodrio llamado libro que consigue completar Bono entre invenciones y ensoñaciones de megalómano pueblerino.
No, no hablamos de finanzas. Nos referimos al bodrio llamado libro que consigue completar Bono entre invenciones y ensoñaciones de megalómano pueblerino. Hace ya años que este grupo denunció el inexplicable enriquecimiento de Don Pepe, el de la Hípica, con los anuncios de las empresas del Ibex, y los caballos millonarios. El Bono de los regalos de Reyal Urbis.
En ese momento, central para definir el final de su carrera política, Bono arguyó el adelanto del pago por parte de Editorial Planeta de una extraordinaria cantidad de dinero por sus futuras memorias. Seis años después de haber sido cobradas ya están aquí para permitirnos comprobar cómo el ex ministro no da una a derechas, pero sigue manteniendo algunos amigos mediáticos, quizá socios, en alguno de sus múltiples negocios.
El libro es la exaltación de sí mismo, como en Bono no podía ser de otra manera. El sol sale por Bono, la hierba crece por Bono, el mundo mira extasiado a Bono, y Bono mira complacido al mundo. Tanto Bono hay en las memorias de Bono que su título bien pudiera haber sido “Abono”.
