Si en el futuro se vuelven a celebrar elecciones libres en España, y si se diera el milagro de que los partidos constitucionalistas, no socialistas, no comunistas, no separatistas y no terroristas, sumaran los escaños suficientes para gobernar, durante sus primeros meses tendrían que encargarse de enviar a la basura una gran parte de las leyes que han aprobado los indeseables antiespañoles que hoy nos gobiernan.
Ella manda, ella ordena, ella establece la estrategia, ella se lleva divinamente con Iglesias y Montero
De la indignación, paso al chisme.
En Comillas, tomé una copa con un hombre de media edad, simpático, y entretenido. Fue vecino de los Sánchez hasta que éstos, con gran dolor de su corazón, se vieron obligados a instalarse en La Moncloa, o en La Mareta, o en las Marismillas de Doñana o en los Quintos de Mora. Vecinos de muchos años. Y no me resistí a la curiosidad. Para mí, Sánchez no es otra cosa que una nube infectada que divide y separa a los españoles, en tanto que mi recién conocido tenía la experiencia de la vecindad, eso tan importante. No detallo ni su voz, ni su estatura, ni su aspecto, porque le caerían todas las inspecciones de Hacienda y le rondaría más de un susto imprevisto. Me dijo que Sánchez era fatuo, prepotente, ineducado, antipático y vanidoso. No se molestaba en responder al saludo de sus escoltas y apenas a los “buenos días” de sus inmediatos vecinos. – Un imbécil-, le dije; –un imbécil-, me ratificó-. Pero siguió con su análisis. –Debajo de esa soberbia y esa fatuidad, vive un calzonazos. Porque Sánchez, es un perrito faldero al lado de ella. Un calzonazos de chiste, de sal gorda. La ambición de ella es desmedida, y todo lo que hace, o lo que ha hecho, o lo que hará tiene su origen en ella, socialmente acomplejada por los negocios paternos y con unos ademanes y gestos propios de un … -¿De un qué? –Pues eso, de un…
Vamos a dejarlo-.
A partir de ese momento, he comprendido muchas cosas y aclarado multitud de detalles. Ella manda, ella ordena, ella establece la estrategia, ella se lleva divinamente con Iglesias y Montero, y él obedece hasta la extenuación del sometimiento. Para ella no existe España ni su futuro, sino ella y el futuro de los suyos. Y él, que tiene la altura ética y moral de un piojo de Stauffer -el piojo de Stauffer, muy habitual en los suburbios de Teherán, y profundamente estudiado por el difunto Profesor Stauffer-, es el más pequeño de los piojos registrados hasta el momento. Si bien existe una controversia con los partidarios del piojo de Graminet, que es tan minúsculo anatómicamente, que nadie, ni Graminet, lo ha conseguido ver desde su dudoso descubrimiento.
No creo faltar al respeto si afirmo que ella no reúne las condiciones para gobernar España. Lo malo es que gobierna a quien está al frente del Gobierno
Cualquier cosa se puede esperar de un político calzonazos. Que se apruebe una Ley brutal que abre la ventana del asesinato, como la ley de la eutanasia. Que los padres no tengan opción a elegir la educación de sus hijos. Que el Gobierno apruebe los presupuestos con el voto del terrorismo etarra. Que nadie controle el derroche de gastos superfluos del calzonazos, la esposa del calzonazos, los familiares del calzonazos y los amigos del calzonazos. Que se ponga en juego la independencia del Poder Judicial, pilar fundamental de toda democracia. Que se defienda a las tiranías comunistas desde el cinismo del camuflaje europeo. Que se mienta hasta la hartura de la mentira. Que se oculten datos de los muertos por el Covid-19, muchos de ellos como consecuencia de una nefasta y malintencionada gestión. Que se premie a los separatistas catalanes mientras se ataca a la Comunidad de Madrid, brillantemente gobernada. Que se insulte en todos los medios de comunicación escritos y audiovisuales a los políticos de Vox, que no han hecho otra cosa que actuar de acuerdo a fundamentos constitucionales, y se omita la perversidad del acuerdo con los asesinos etarras. Que en España decenas de miles de empresarios se hayan visto obligados a cerrar sus negocios. Que decenas de miles de inmigrantes vivan a costa de los españoles mientras los españoles no perciben nada. No se pueden relacionar las barbaridades, idioteces y leyes de este Gobierno si no es desde el estupor ante la estupidez y la desvergüenza del cinismo. Sánchez no manda. Mandan ella e Iglesias.
Ahora me darán la razón viejos amigos comunes aficionados a la adulación ante el dinero, de mi indignación cuando un buen empresario que nada necesita le contrató a ella para gozar de los favores de los traidores a España. Sánchez acomodó a Iglesias en el Gobierno, al comunismo putrefacto, porque ella se lo recomendó. No creo faltar al respeto si afirmo que ella no reúne las condiciones para gobernar España. Lo malo es que gobierna a quien está al frente del Gobierno. Y átenme a esa mosca por el rabo.