«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Barcelona 1959. Escritor y periodista. Su último libro publicado es “PSC: Historia de una traición” (Deusto, 2020). Premio Ciutat de Barcelona año 2000 en Radio y Televisión.
Barcelona 1959. Escritor y periodista. Su último libro publicado es “PSC: Historia de una traición” (Deusto, 2020). Premio Ciutat de Barcelona año 2000 en Radio y Televisión.

Cien años de honradez (y cuarenta de vacaciones)

1 de marzo de 2023

Así respondió al PSOE Don Ramón Tamames cuando estos lanzaron su campaña de autobombo «Cien años de honradez«. Porque durante el franquismo, a los de la social democracia se les vio poco o nada. Luego, con la Transición, apartaron de un plumazo a los viejos dirigentes en el exilio como Llopis y se dedicaron a reescribir la historia, que para eso son buenísimos. La II República fue un paraíso de paz, prosperidad, cultura y avances sociales, la derecha dio un golpe de estado, el franquismo solo trajo la ruina a España y ellos podían presumir de, sí, cien años de honradez. Obviaron, claro, que su fundador, el tipógrafo ferrolano Pablo Iglesias, cuando ocupó por primera vez su escaño como parlamentario en las elecciones de junio de 1910 espetaba frases tan pacíficas y en favor de la concordia tales como «Estamos dispuestos a vencer y no a defenderos, a matar y a dejarnos matar».

Quienes le sucedieron no demostraron albergar más compasión, desde Largo Caballero a Indalecio Prieto. Aunque estaban en un sistema republicano nacido de la falsedad y calafateado por la imposición izquierdista revolucionaria, jamás cejaron en su empeño de forzar la voluntad popular en aras de la instauración de una dictadura socialista. La terrible guerra fue el paradigma de lo que aquellos hombres y mujeres del PSOE eran y donde dieron la medida de su catadura moral. Quema de iglesias, checas, asesinatos para, finalmente, llevarse consigo todo lo que pudieron hasta aquellos «exilios» que para muchos fueron realmente dorados.

Durante las décadas en las que Franco detentó el poder en España, como dijo Tamames, ni estaban ni se les esperaba salvo alguna que otra excepción como Ramón Rubial. Eso sí, a la que los vientos de la libertad soplaron de nuevo en nuestra patria volvieron sonrientes con los certificados de buenas personas firmados por la Internacional Socialista, escondiendo tras sus caretas de jóvenes demócratas anti fascistas un pasado vergonzoso y plagado de crímenes. Fue en aquellos años de la Transición donde se instauró ese edificio mitológico alrededor del socialismo en el que decir que a Calvo Sotelo lo asesinaron miembros de La Motorizada, la escolta socialista de Largo Caballero, era motivo de excomunión democrática o citar los crímenes perpetrados por el socialismo republicano desde las checas que, lejos de ser un fenómeno llevado a término por exaltados criminales, fue un plan preciso y frío orquestado desde los poderes del gobierno frente populista para asesinar a sus adversarios.

Tamames sabe muy bien todo eso y sus orígenes comunistas no le han impedido denunciar la tragedia española. Ahora, con la perspectiva que dan los años y su tremendo nivel intelectual, es el hombre que desde la tribuna de oradores del Congreso le cantará a Sánchez y a su reedición del Frente Popular las verdades inapelables de la historia. Por eso, entre otras cosas, le temen. Por eso, entre otras cosas, odian a VOX. Fin.

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