«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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(Krasnystaw,1975) Comenzó su aventura con el periodismo a los 15 años, pero como dibujante satírico. Se graduó en Humanidades en La Universidad Católica Juan Pablo II de Lublin y continuó trabajando como dibujante, diseñadora y caligrafa, publicando también artículos y ensayos en varias revistas polacas. Desde 2017 trabaja como periodista y especialista en historia y política actual en España para el semanal "Do Rzeczy" y en medio informativo "Do Rzeczy" digital. También colabora con dos cadenas de radio: Radio Wnet y Radio Polaca 24; en el centro de pensamiento conservador Teologia Polityczna y el catolico Polonia Christiana.
(Krasnystaw,1975) Comenzó su aventura con el periodismo a los 15 años, pero como dibujante satírico. Se graduó en Humanidades en La Universidad Católica Juan Pablo II de Lublin y continuó trabajando como dibujante, diseñadora y caligrafa, publicando también artículos y ensayos en varias revistas polacas. Desde 2017 trabaja como periodista y especialista en historia y política actual en España para el semanal "Do Rzeczy" y en medio informativo "Do Rzeczy" digital. También colabora con dos cadenas de radio: Radio Wnet y Radio Polaca 24; en el centro de pensamiento conservador Teologia Polityczna y el catolico Polonia Christiana.

Con los polacos has dado, Ursula

27 de octubre de 2021

Los españoles, como ninguna otra nación, pueden entendernos a los polacos en nuestras conversaciones con los «terroristas» de Bruselas. 

Desde hace unos meses tenemos la impresión de que no hablamos con socios, ni con aliados. Ni siquiera son conversaciones dentro de la familia europea, sino que, simplemente, los altos comisarios de la UE nos apuntan con un arma a la cabeza y nos chantajean sin parar. La Unión Europea actual no es aquella a la que entramos en 2004 y con la que soñamos después de años de encarcelamiento en una prisión comunista. Podría aventurarme a decir que no es covid-19 el mayor problema de Europa, sino… alzheimer. Europa ha perdido la memoria, y lo ha hecho con total premeditación. Polonia y Hungría, que quieren ayudar a Europa a recuperar la memoria de sus raíces y valores se han vuelto de repente los enemigos número uno para las autoridades, las elites globalistas y sus medios de comunicación. Europa habla constantemente de «derechos humanos» pero, paradójicamente, se ha olvidado por completo de qué es el hombre porque ha rechazado la antropología cristiana.

Morawiecki personifica lo que más valoro en mi Polonia: la virtud de la fidelidad a sus raíces y el coraje

Se nos acusa de muchos «crímenes» contra la democracia, pero el 19 de octubre en Estrasburgo, cuando el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki explicó con brillantez y punto por punto por qué se trataba de acusaciones falsas, nadie de los altos comisarios le respondió. La única respuesta que recibió fue una lluvia de insultos en una sesión del Parlamento Europeo que tenía como fin humillar al primer ministro y a Polonia y doblegarnos a la agenda ideológica de la izquierda. En el pasado, como dicen nuestros eurodiputados, los tecnócratas al menos buscaban dar explicaciones o fingían buscar respuestas a las preguntas legítimas de los polacos. Desde hace unos meses solo se nos amenaza e insulta. Parece que el Parlamento Europeo esta en la etapa donde «todo vale» y por eso a nosotros, los polacos, se nos trata como si fuéramos forajidos, los del pueblo «fuera de la ley». Incluso nos han bloqueado el dinero del Fondo de Recuperación que nos corresponde y lo hacen de manera totalmente ilegal.

No hay límite de anarquía que no cruzarían, porque el objetivo es solo uno: derrocar al Gobierno conservador polaco que no se somete ante el nuevo soft-totalitarismo de la izquierda. Después de todo, la UE actual tiene más que ver con las visiones narcóticas de la revuelta del 68 que con el proyecto de los padres fundadores. Sí, la triste verdad es que Polonia también tiene sus traidores en el PE que están dispuestos a sacrificar la soberanía estatal para recuperar el poder en Polonia y subordinar el país a superiores extranjeros.

Es el partido de Donald Tusk el que se comporta como los separatistas en España. Son ellos quienes producen un sinfín de mentiras sobre el supuesto régimen opresor polaco (que según ellos persigue a las personas LGBT y a las mujeres). Aunque son la minoría ruidosa en Polonia, su voz es la única que se presenta en las televisiones españolas o en los principales periódicos del mainstream europeo. Como bien saben los españoles patriotas, los conservadores resultamos como los nuevos leprosos. Pronto nos darán campanas para que cuando pasemos por una ciudad avisemos de nuestra venida.

Los polacos hemos pagado un sacrificio muy alto de sangre para ahora caer en el relativismo y el nihilismo de Occidente

Pueden pensar en muchas más cosas para intentar intimidarnos y derribarnos, pero ya estamos acostumbrados a luchar contra los totalitarios: cada polaco tiene un miembro de la familia que fue asesinado en nombre de una esvástica o una hoz y un martillo. Hoy resulta que se le puede escupir al primer ministro polaco en nombre de estrellas doradas sobre un fondo azul. Sin embargo, Morawiecki, a pesar de su corta edad, tiene un pasado verdaderamente heroico en su biografía. Ya en su juventud, fue golpeado y perseguido repetidamente por la policía comunista por las actividades de oposición de su padre -Kornel Morawiecki. Su padre fue el fundador y líder de «Solidaridad Luchadora» y fue una figura destacada de la oposición comunista polaca. Joven Morawiecki (nacido en 1968) también participaba en las actividades de la oposición anticomunista. Cuando tenía 15 años, los agentes lo secuestraron en la calle, lo llevaron al bosque, lo amenazaron con armas y le ordenaron que cavara su propia tumba. Le llegaron a amenazar con que su hermana mayor podría ser violada por perpetradores desconocidos y que su padre sería encontrado y asesinado. Soportó todos los ataques, insultos y golpizas.

No es de extrañar que Morawiecki haya conservado una paciencia y una dignidad admirables también en la sesion del Parlamento. ¿Cuántos de esos eurodiputados que lo insultaron pueden presumir de una biografía igualmente heroica que el primer ministro polaco?

Morawiecki personifica lo que más valoro en mi Polonia: la virtud de la fidelidad a sus raíces y el coraje. Tiene 4 hijos (dos naturales y dos adoptados), por lo que sabe que no se trata de cuestiones políticas, sino del futuro de Europa para nuestros hijos y nietos. Desde 1968, el código cultural de Europa fue cambiando, pero los polacos no estarán de acuerdo con esa perversión, porque hemos pagado un sacrificio muy alto de sangre para ahora caer en el relativismo y el nihilismo de Occidente. No permitiremos la agonía de la civilización europea.

Sí, obvio, somos eslavos pero eslavos latinizados, romanizados y cristianizados. Por eso nuestra patria es mucho más amplia que las fronteras de nuestro país. No solo luchamos por la soberanía de Polonia, estamos luchando por la soberanía de Europa. Ronald Reagan dijo en su discurso político ante el parlamento británico en 1982 que Polonia no es ni este ni oeste, sino el centro de la civilización europea, a la que los polacos tambien contribuyeron con su cultura y  ante todo, con su «increíble oposicion a la opresión».

Espero que perseveraremos en esa oposición hasta el final…

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