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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La Copa, Cerezo y el karma

29 de mayo de 2017

Para ciertas contracrónicas, cuando la cosecha no es buena, tienes que hacerte un Juan Valdés para escoger los mejores granos de café. El Calderón no acogió el sábado una de las mejores finales de la Copa del Rey. Quien siembra cabezonerías de Cerezo recoge tempestades. A los diez minutos ganas me daban de irme a limpiar las lámparas de araña que no tengo. Partido desangelado como la tribuna principal gracias a la mediocre labor de la Federación de Fútbol a la hora de repartir entradas. Y, a Tebas ni lo invitan. No sería por falta de espacio…  Mira, de perlas tanto asiento vacío para Concha Velasco que cuando va al cine compra tres tickets: uno para ella, otro para el bolso y otro para el abrigo. Para colmo, no faltó la pitada al himno. Astracanada. Hice bien en acudir antes al Auditorio Nacional y disfrutar del sinfónico ‘Exorcismo y sortilegio’, con Zukerman. La cara de Felipe VI inspiraba tal nivel de misericordia como para llevártelo a tomar unos vinos al bar más cercano. Los compañeros de palco tampoco tenían intención de hacerle pasar la tarde más agradable. Puigdemont: “Me habría gustado más estar en el palco del Senado para expresar…” y bla bla y “menos mal que la alcaldesa Carmena nos cedió un espacio…” y bla. Y, Urkullu a su vera. A la Conferencia de Presidentes Autonómicos no vienen, pero al fútbol no faltan. El opio del pueblo. El optimismo es el opio del pueblo, decía Milan Kundera. Lo decía en su época, claro, que algo de optimismo quedaría…  

 Rajoy no acudió a la Final. Estaba en Cataluña. Tú a Boston y yo a California. Doña Letizia hizo uso de sus autoprivilegios y tampoco. A mí me van a pitar, -pensaría-, ya tuve bastante el año pasado. Letizia hizo, como Reina a la que gusta hacer cosas de la gente normal, igual que esos dos mil aficionados que dejaron su entrada en taquilla. Casi ni llega Jordi Alba que se relajaba esta semana en Ibiza. En las pitiusas arrancó el cuartel de verano de los futbolistas. Ya disfrutan de mojitos los Verratti, que decide si juega el año que viene en Can Barça; el seleccionador alemán, Joachim Löw, enfundado en camiseta con escote marcando pezón con asfixiante fular al cuello y el Stuttgart, que celebra su regreso a la Bundesliga.

 Hasta Piqué estaba en modo off. En ‘modo presidente’: “He cortado la red para sortearla entre los aficionados del Atlético de Madrid, es su campo y la merecen”. De pedir VAR por fuera de juego de Neymar ya en otro momento. Su cabeza estaría en la Universidad, “no veré la Final de Champions, estaré haciendo un curso en Harvard”. Vamos, que aquí la única que hacía pellas en clase era yo para irme a jugar a los billares y ligar con los chicos del colegio de enfrente. Recuerdo a un político de Murcia cuando le preguntabas por su hija y sacando pecho palomo te contaba “divinamente, está en Master haciendo un Boston”… El que estuvo ¡vaya que sí estuvo! fue Messi. Mi enviado especial me chivaba por el pinganillo que no faltó la cuota de argentinos que, indignados por su apatía en la selección argentina, comentaban, “¡boludo, evasor del orto!”.

 Y, ¡cómo no! salió la flor de Zidane que crece y Walk on the Wild Side, a lo Lou Reed, allende los mares: el gol de Theo Hernández. Theo casi pone los huevos a la flamenca a más de un culé. Por eso creemos en el karma de Earl (Me llamo Earl, de lo mejorcito en series). A Cerezo parecía no afectarle mucho el cambio de paisaje del jugador atlético y le arreó un abrazo con  beso al futuro madridista de los que casi te hacen volver a creer en el amor. Y, ayer, ¡otra vez! despedida del Calderón. Que no terminan de irse, oye. Porque estás que te vas, y te vas, y te vas, y te vas y te vas, y te vas, y no te has ido, que cantaba José Alfredo Jiménez. Los atléticos con lagrimones como kiwis, “no nos consultaron sobre el traslado” y María José Navarro (miMariJose, de Herrera en COPE): “Que no me vengan con eso tan absurdo de que es mejor tener un adosado en el extrarradio a tener un piso en el centro de Madrid”. Mientras, amanece en Cardiff….

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