Anda Rubalcaba repitiendo éstos días de campaña que con el PP se han acabado las becas –incluso las de comedor- por que los populares son malos-malísimos y quieren que la gente se muera de hambre. Los socialistas no quieren eso, por supuesto. No cuenta que con ellos, con los socialistas, miles de niños andaluces ya pasan hambre (no lo digo yo, lo ha dicho hace ya tiempo el defensor del pueblo andaluz, José Chamizo) mientras, según la juez Alaya, altos cargos de la Junta de Chaves y Griñán se repartían en sobres en los bares más de 1000 millones de pesetas, parte de los cuales acababan en la nariz de algunos dirigentes socialistas, ¿se acuerdan del chófer de la cocaína?
Dice también el hombre que llegó a ser ministro del Interior del Gobierno de España y vicepresidente del Gobierno durante el septenio negro de Zapatero, propiciado en origen -entre otras cosas- gracias a los atentados de Atocha que causaron 192 muertos, que con los populares los pensionistas han perdido poder adquisitivo. No cuenta que con ellos, con los socialistas, los jubilados vieron congelada su pensión.
Achaca además -el hombre-que siempre-sabía-lo-que-hacíamos-y-oía-todo-lo-que-decíamos- a la reforma laboral del PP la patética situación del mercado de trabajo en España, la precariedad laboral y la culpa de que seis millones de Españoles no encuentren trabajo. No cuenta que con ellos, con los socialistas, se fabricaron tres millones y medio de ellos por la ruina a la condujo a España su política de endeudamiento masivo (aquello sí que fue un arma de destrucción masiva) y su empecinamiento en negar la crisis que todo el mundo veía salvo el paisano aquel de León y el funcionario Solbes: -Pedro, no me jodas que no hay dinero para hacer política, le decía el primero a su segundo.
La verdad es que, como anda recordándole el bueno de Miguel Arias Cañete estos días mitineros, con gobiernos de derechas los países crecen y prosperan mientras que, con los socialistas, los países decrecen y se acaban hundiendo irremisiblemente en la ruina y la postración económica. Los países ¿eh?, ellos no. No cuenta Rubalcaba que con ellos, con los socialistas, las rentas –la suya incluida- de los altos cargos de éste partido no paran de crecer. Sí… esto es lo que no cuenta en los mítines el hombre cuyo patrimonio –el declarado en el registro de la Cámara- asciende ya a un millón doscientos mil euros.
Por cierto, y ya que estamos: ¿cuánto tiempo va a seguir fingiendo Rajoy que aún no tiene decidido que Cañete sea el número uno de la lista que el PP presentará para las elecciones del 25 de mayo?
