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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por Más se perdió en Cuba.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por Más se perdió en Cuba.

¿Debe pedir perdón Artur Mas?

6 de agosto de 2014

Desde que entró en la Generalitat enchufado por Paco Granell y gracias a la influencia de su padre, Artur Mas ha sido prepotente. «Consolidó plaza», ese eufemismo que describe la facilidad de los «protegidos» para ganarse la condición de funcionarios, y siguió siendo prepotente. Fue director de Promoción Comercial, cuando hacía la pelota a Marta Ferrusola en los Salones Gaudí, y pasó a ser servil con los Pujol y prepotente con el resto. Así toda su «carrera» de funcionario-President. Un prepotente que ha llevado a Cataluña a un problema con su testarudez y que no pasará a la historia.

Arturo -al que Maciá Alavedra comparaba con un vendedor de El Corte Inglés- ha manifestado en público que los catalanes deben hacer uso de su fortaleza psicológica para superar el caso Pujol. !Hay que ser descarado! En primer lugar, porque Artur Mas Gavarró se sienta en el mismo charco de corrupción que se le imputa y reprocha a Jordi Pujol Soley. Dinero de sus padres (ya veremos) regularizado por haber sido evadido hace 30 años. Uno en Andorra (Pujol) y el otro en Liechtenstein. Pero ambos eran beneficiarios de ese dinero (Pujol indirectamente); por lo que ambos engañaron –de igual forma– a los catalanes, que les presumían la condición de no ser delincuentes fiscales. ¿Es pedir mucho?, señor Mas.

Ambos fueron descubiertos contra su voluntad por empleados desleales de las entidades, Banca Privada de Andorra (caso de los Pujol), y LGT Bank, en el caso de Mas. ¿Y dice que los catalanes deben tener «fortaleza psicológica? Lo que deben tener es mejor criterio a la hora de expresar su voto y no dejarse engañar por los que agitan la bandera y se llevan la pasta a paraisos fiscales. Fundamentalmente, no dejarse engañar por CiU.

Hemos oido a Pujol pedir perdón. Sin embargo, no hemos oido a Artur Mas pedir perdón. Él mismo recordaba ayer que hace diez años que Pujol no toma decisiones politicas, ni de la Generalitat. Efectivamente, por eso debe pedir perdón Mas. Porque CiU ha utilizado al santón-Pujol, cada vez que los catalanes eran convocados a elecciones. Pujol salía a la calle, porque el prepotente Mas le necesitaba. Sin él, Mas era muy poquita cosa.

Debe pedir perdón porque el infame defraudador fiscal (antes Muy Honorable) ha sido descubierto siendo él Presidente de la Generalitat; y es su mentor pólitico, quien le designó y el que le ayuda a ganar elecciones. Pero además, Oriol Pujol, ex secretario general de CDC, está imputado en causa penal por tráfico de influencias en el ejercicio de su cargo político en Industria de la Generalitat. Debe pedir perdón porque la realidad ha acabado siendo peor que aquél «Excelso» con maleta de «Ubú President», la obra del preclaro Boadella. ¿No es suficiente para que Usted abandone la prepotencia, pida perdón y espere a que los ciudadanos se lo concedan en las urnas?

Los catalanes, señor Mas, estamos muy acostumbrados a que nos engañen. Hemos probado nuestra fortaleza psicológica, incluso a 33 años de poder convergente. Hemos resistido y le sobreviviremos. Tranquilo, no sufra.

En lugar de apelar a nuestra fortaleza psicológica, ¿porqué no nos ofrece usted compromisos contra la corrupción en sus filas? ¿Que tal si aplica a Pujol los Estatutos de CDC y le expulsa como militante por haber producido daño a Convergéncia? No apele Ud. a lo que no es suyo (nuestra fortaleza psicológica) ¿qué tal un compromiso con la decencia, con no evadir capitales, con no tener fortunas incomprensibles en paraisos fiscales como su padre o los hijos de Jordi Pujol?

Eso mejoraría nuestra «fortaleza psicológica» una barbaridad. No le pido que dimita, sólo que explique a los ciudadanos cuanto dinero tenían los Mas en Liechtenstein (832.262 euros); si tiene más en otros «zulos», como afirma la UDEF. Si su padre era o no testaferro de Pujol, como dijo la UDEF. Y cuanto le costó a Usted regularizar su fraude en Hacienda, alguien puede pensar que le hicieron un trato demasiado favorabe. Ya sabe, un trato «chachi». Pero aclare, y aclere pronto, porque a los catalanes se nos agota la paciencia con CiU y con Usted, que la representa, y de la «fortaleza psicológica» al deprecio, hay un paso.

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