«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por Más se perdió en Cuba.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por Más se perdió en Cuba.

¿Quién dijo que Mas aflojaba?

1 de septiembre de 2014

En la canícula estival, he tenido varios encontronazos en los que advertían “desinflamiento” en los secesionistas catalanes que les llevaba a concluir en que “no habrá referéndum, porque Mas está reculando”. Después de recordarles lo peligroso de confundir los deseos con la realidad y de “poner en valor” la crisis producida por el escándalo de Pujol, que –en mi opinión- no va a encoger a los nacionalistas. Vengo a decirles hoy que Mas no ha reculado y que mantiene –con mayor o menor comodidad- su convocatoria de dos preguntas a los catalanes el 9-N. Les recuerdo que dijo que preguntaría “¿Quiere que Catalunya sea un Estado?”, «escribiendo ‘Estado’ con mayúsculas» especificó en su día el President catalán. La “consulta” incorporaba una «subpregunta» que interrogaría a los ciudadanos sobre si quieren que este Estado sea independiente. Y de eso no ha cedido, ni un centímetro.

La ley de consultas catalana, estará lista –en lo que concierne a la Generalitat y el Parlament para el próximo 9 de noviembre. Es la salida subterfugio, que Mariano Rajoy no aceptará y sobre la cual pende una suspensión cautelar del Tribunal Constitucional y un dictamen del Consejo de Estado.

Hoy Mas se reúne a puerta cerrada con su ejecutivo para fijar la estrategia a seguir en este nuevo curso político, sabiendo que la ley de consultas no va a colar. Mañana martes, una comisión del Parlament votará si el expresidente Jordi Pujol debe comparecer para dar explicaciones sobres sus cuentas ocultas en Andorra. También de forma urgente Mas debe anunciar con los partidos que defienden la consulta –cada vez más inquietos- los detalles del operativo del referéndum.

Tras el shock inicial el mundo nacionalista ha recuperado el pulso y no falta quien diga “si Pujol nos robaba, pero prefiero que nos robe uno de los nuestros que alguien de fuera”. A pesar de todo, el ex Honorable se cuela en la agenda soberanista, aunque Cristóbal Montoro no encienda la mecha en el Congreso.

Aunque los socialistas se brindan, semana si, semana también, a ser la última bala de Mas, la entrevista con Pedro Sánchez no alcanza ribetes de hito en el drama catalán, a las puertas de la Diada del 11 de septiembre, que es la penúltima fecha clave hasta el 9-N y que coincide con el tricentenario de 1714. La Diada va a ser un termómetro que medirá el interés por el referéndum, razón por la que el independentismo no se puede permitir un bajón de audiencia. Allí van a estar las cadenas de televisión de medio mundo.

Aunque lo miren de reojo, debido a que las encuestas no le dan la victoria- La Generalitat tiene marcada la fecha del 18 de diciembre en rojo, porque ese día los escoceses votarán en referéndum contra la salida del Reino Unido. Justo el día de antes de la aprobación definitiva de la ley de consultas. Como hay voluntad de ir muy deprisa, Artur Mas podría ya firmar el decreto para convocar el referéndum al amparo de esa ley ese mismo día. Así, ganará tiempo ante el previsible recurso que el gobierno central presentará en el Tribunal Constitucional.

Hasta ahí “se puede leer”, como suele decirse. Luego el camino puede bifurcarse: elecciones catalanas anticipadas, en diciembre; o convocatoria de referéndum el 9-N, desafiando la legalidad. Veremos.

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