La crisis provocada por la denominada ley del Ā«sólo sĆ es sĆĀ» define de forma muy significativa al colectivo que forma gobierno con el PSOE. Podemos, la podemĆa, la ultraizquierda, los pijos progres y los grunge de izquierdas –se pongan las siglas que se pongan– forman parte de nuestra sociedad hace mucho tiempo.
Quien escribe este artĆculo los sufrió como concejal responsable del barrio de LavapiĆ©s. Fue un sufrimiento bastante previsible pues se oponĆan a todo cuanto hacĆamos desde el Gobierno. Se oponĆan aunque LavapiĆ©s fuera –y sigue siendo– uno de los barrios mejor equipados de Madrid no sólo en infraestructuras urbanas, en parques y colegios, sino tambiĆ©n en buena oferta cultural, con un teatro nacional como el Valle InclĆ”n y una universidad. Es un barrio vibrante y muy atractivo para vivir y tambiĆ©n para sentirse –pues de esto va la cosa– revolucionario, aunque sea todo lo light que traen estos tiempos. Los que entonces formaban la semilla de Podemos nos trataban con mucha agresividad en cualquier actividad municipal, particularmente cuando Ćbamos a inaugurar alguna dotación. Pero eran gajes del oficio.
Una maƱana recibĆ al AMPA de uno de los colegios de LavapiĆ©s. Era un colegio pequeƱo al que habĆamos asociado –fue de los primeros– al programa de bilingüismo que habĆa propuesto el Gobierno de Esperanza Aguirre. El colegio tenĆa un alumnado extranjero casi en su totalidad. Casi el 90% del alumnado lo formaban niƱos marroquĆes, hispanoamericanos y rumanos. Pero el AMPA –suele pasar– estaba constituido por padres de alumnos del Ā«casiĀ», es decir, espaƱoles. Quienes dirigĆan el AMPA venĆan con cierta agresividad a exigir que retirĆ”ramos el bilingüismo. Al preguntarles las razones, me reprocharon que el inglĆ©s Ā«era la lengua del imperioĀ». Soy tranquilo, incluso a veces creo que me falta carĆ”cter, pero esa maƱana me despachĆ© a gusto.
Esto es tĆpico de la izquierda retrógrada que en gran parte nos gobierna. Antepone sus tonterĆas a todo. Su egoĆsmo infantil es evidente, solipsismo es una palabra muy usada en medios anglosajones y les define. Son absolutamente insensibles a cualquier influencia que no hayan interiorizado (sic) en sus turbias y pĆ©treas entendederas. A aquellos Ā«prepodemitasĀ» del AMPA no les importaba sacrificar a unos niƱos cuyas posibilidades de prosperar socialmente eran muy evidentes con el bilingüismo. Para esos niƱos de padres que acababan de llegar a nuestro paĆs saber inglĆ©s era un evidente ascensor social, pero el AMPA que decĆa representarles estaba dispuesto a sacrificarles.
Nos gobierna una izquierda que carece del mĆ”s mĆnimo sentido comĆŗn. Tampoco tiene sentido del ridĆculo ni la mĆ”s mĆnima dignidad personal. EstĆ”n aferrados al cargo como lapas creyĆ©ndose aĆŗn –los conozco bien– que estĆ”n en posesión de la razón. El drama es que la tonterĆa estĆ” instalada gracias a SĆ”nchez en los mismĆsimos ministerios. El pueblo espaƱol no se merece que le hayan colado estos personajes para gobernarle. Las elecciones les pondrĆ”n sin duda en su sitio. OjalĆ” vuelvan a dar la lata en los barrios de donde nunca deberĆan haber salido.
Volvamos a la ley del Ā«sólo sĆ es sĆĀ» del Gobierno SĆ”nchez. Como aquel AMPA, al Gobierno no le ha importado obviar informes y mantener una posición roqueƱa en una mezcla de insensatez y de soberbia muy soviĆ©tica. Supongo que tambiĆ©n hay algo de sadismo felino en Pedro SĆ”nchez al observar impasible como se despeƱan los podemitas. Es tal la locura del personaje que debe relamerse pensando que todos los votos de los desprestigiadĆsimos podemitas acabarĆ”n en el PSOE.
Cientos de delincuentes sexuales ya se estĆ”n beneficiando de la ley. Hoy son cientos, pero –segĆŗn afirma alguna voz bastante autorizada– cuando acabe el proceso de revisión de penas serĆ”n algunos miles. Es tan evidente la negligencia, incluso la prevaricación ante la existencia de informes tĆ©cnicos que aconsejaban que no se tramitara la ley, que alguno o alguna deberĆa ser sometido a un proceso penal instado por algunas de las vĆctimas de esta ley, que tienen que ver a sus agresores en la calle antes de tiempo. Hay una fiscalĆa especial dedicada a la violencia de gĆ©nero, serĆa un gesto de independencia y de dignidad que la querella, pocas veces tan merecida, procediera de Ć©sta.