«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Nahem Reyes (venezolano, 1979). Doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello, Certificate of Strategy and Defense Policy of William J. Perry Center for Hemispheric Defense Studies of National Defense University (Washington, D.C.). Analista y Consultor político, especialista en Relaciones Internacionales y, actualmente es Miembro Asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela.
Nahem Reyes (venezolano, 1979). Doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello, Certificate of Strategy and Defense Policy of William J. Perry Center for Hemispheric Defense Studies of National Defense University (Washington, D.C.). Analista y Consultor político, especialista en Relaciones Internacionales y, actualmente es Miembro Asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela.

El balance internacional del año 2021

5 de enero de 2022

El acontecer mundial a lo largo del año 2021 estuvo marcado por cuatro grandes temas: la pandemia / sindemia / parapandemia del virus de Wuhan o covid-19; la humillación de EEUU tras su desastrosa retirada de Afganistán; la escalada agresiva de China contra India y Taiwán; y las fuertes fricciones experimentadas por Rusia y la Unión Europea.

Primero, Bill Gates, el flamante Dr. Anthony Fauci, el nefasto director ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud -el etíope y buen servil del régimen chino Dr. Tedros Adhanom-, además de la Rochelle Walensky, directora del Centro de Control de Enfermedades (CDC), y por supuesto, los voceros de los diferentes laboratorios fabricantes de las vacunas contra el precitado virus prometieron que tras su producción y su masiva aplicación se cortaría la trasmisión disminuirían notablemente los casos y gradualmente la crisis se disiparía.

Paradójicamente, en 2021 se evidenció el gran fiasco de todas las vacunas, independientemente de su origen, es decir, las chinas (Sinopharm, Sinovac y CanSino Biologic), las estadounidenses (Johnson & Johnson, Pfizer y Moderna), la inglesa (Astra-Zeneca), la rusa (Sputnik V), las cubanas (la Abdala y la Soberana), entre otras. Simplemente fracasaron en impedir el contagio y peor aún, la transmisibilidad, por lo que el mundo experimentó oleadas tras oleadas de brotes del virus que a su vez implicó la implementación de más medidas restrictivas a la movilidad de las personas a escala nacional e internacional, afectando nuevamente de modo muy negativo la economía a escala individual, familiar y lógicamente mundial. 

Sin contar las absurdas medidas como los llamados «refuerzos», «boosters» o 3° y hasta 4° dosis, en caóticos programas de vacunación que han llegado al extremo de mezclar diferentes tipos de vacunas a las personas, cierres de vuelos internacionales y de lo que los burócratas llaman «actividades no esenciales» y hasta el altamente cuestionable «pase verde» o «pasaporte sanitario», pese a todo ello, el resultado ha sido el mismo, el virus chino abre el 2022 casi de la misma manera que irrumpió a finales de 2019, con la gran diferencia que nuestra libertad ha sido grandemente expoliada por los distintos gobiernos, los Estados han gastado enormes cantidades de dinero en una vacunación infructífera, pero que si elevó notablemente las ganancias de los laboratorios implicados en la producción y venta de las vacunas antes citadas. Por todo ello, tenemos la base fáctica para sostener que esta historia continuará sin mayor variación a lo largo de este año.

El segundo tema en nuestro orden del balance 2021, resulta casi obligatorio repasar brevemente lo concerniente a la humillación auto-infligida por el propio presidente Joe Biden al poder militar y político de los EEUU, quien desoyó tercamente sus asesores y ordenó una retirada totalmente apresurada lo que suscitó el desorden, desorden que abrió peligrosamente las brechas para el rápido colapso del gobierno constituido de Ashraf Ghani, la toma del control por parte del Talibán sin contar los varios atentados terroristas que cobraron la vida de civiles e incluso de efectivos de las Fuerzas Armadas estadounidenses. Este hecho demostró una enorme debilidad de EEUU en la liza internacional, a la vez, evidenció el desconcierto total reinante en la Casa Blanca en lo referido a la sensible materia de la política exterior y la seguridad.

Esta evidente y acertada lectura geopolítica rápidamente la tomaron los enemigos de EEUU, vale decir, Vladimir Putin, presidente de la potencia rusa y Xi Jinping, líder del gigante comunista chino, que a juzgar en términos de política internacional obraron como lógica e históricamente corresponde, es decir, el vacío auto-generado por la Administración del demócrata Biden rápidamente es ocupado por otros Estados, sus potencias rivales.

Ello nos lleva a nuestro tercer y cuarto punto, las expresiones de poder a escala regional aunque con claro tinte de influencia global. Nos referimos, por una parte, a la escalada agresiva de Rusia contra Ucrania, a quien en el 2014 le robó Crimea y el último tercio del año que recién feneció apostó un gran contingente de tropas en la frontera con su pequeño vecino. La débil reacción de la Unión Europea se limitó a la diplomacia, pero es una Europa técnicamente de rodillas, pues, el mayor proveedor de gas a la región es justamente Rusia, situación que se agudiza cuando la región padece un déficit de dicho producto en al menos 13.000 millones de metros cúbicos en pleno invierno y en un contexto de limitación de mercado por proveer de este producto a la región, pues Noruega y Argelia si bien es cierto que aumentaron ya sus producciones de gas, será dentro de 12 meses cuando podrán abastecer la región, por lo que Putin tiene el viento a favor en la gestión de estas crisis en la que Europa no expondrá en pleno invierno a colocar en riesgo su abastecimiento de gas.

Finalmente China, al igual que Rusia, incrementó su presencia hostil en la región, primero contra Taiwán y luego contra India. En cuanto a la isla asiática fueron múltiples los episodios de tensión por el sobrevuelo de naves de combate chinas que se aproximaron al espacio aéreo taiwanés, mientras que contra India, la tensión se centra en la cordillera del Himalaya donde existe un histórico diferendo limítrofe desde 1914. En todo caso, China ha apostado de manera permanente tropas en su lado de la cordillera, por lo que la respuesta de India será recíproca. Si bien es cierto que hubo algunos intentos de diálogos, el mismo fracasó tras acusaciones mutuas de falta de cooperación y estancamiento. Esto motivó a que Japón, Taiwán e India formen una suerte de bloque de cooperación estratégico y militar ante una eventual agresión por parte de China, a la que nuevamente la débil Administración de Biden asomó la posibilidad de cooperación en ese sentido, aunque queda la enorme duda si cumplirá.

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