Pedro Sánchez es un mentiroso. Ahí sigue publicada su tesis plagiada cinco años después de descubrirse, que ni le importa ni le importará a ninguno de sus votantes. Es mal gobernante: ha quebrado la Seguridad Social y es incapaz de gastar como debe los fondos europeos y de justificarle su uso a Europa, por poner solo un par de ejemplos. Es un manipulador capaz de ocultarnos los muy alarmantes datos de criminalidad hasta después de las elecciones. Aunque dudo que la afición del Gobierno a favorecer a los violadores le restara un solo voto a esa gigantesca red clientelar posfranquista que es el PSOE.
Pedro Sánchez es un compendio de vicios y defectos por los que España penará décadas y es, además, un hortera. Y esto, cuando salen sus fotos en la prensa internacional, es lo que más rabia me da. El presidente se ha ido de vacaciones nada más perder las elecciones —él no lo merece, pero reconozcamos que al menos la mitad de los españoles sí— a Marruecos. Desde Moncloa nos comunican que Su Persona ha costeado él mismo el viaje que está realizando con su familia. Hombre, faltaría. Hoy mismo publicaré un comunicado en Twitter aclarando que las vacaciones que estoy pasando con mis hijos también me las estoy pagando yo. Que tengo el mismo derecho a que me paguen el veraneo mis conciudadanos que Sánchez: ninguno.
En Marrakech hemos visto al socio de Otegui paseando vestido del hortera que es. Con una camisa blanca transparentosa con bolsillos en el pecho y algo parecido a unas chorreras pero sin volantes. También con una especie de boina entre de chulapo y cantautor cubano afín al régimen castrista. No se aprecian los zapatos, pero con ese «looking», que diría Magüi, desternillante personaje de Paquita Salas, soy capaz de jugarme una mano a que lleva sandalias de guiri con dos hebillas grandes y suelas de corcho.
Pedro Sánchez tiene toda la pinta de necesitar que Alfonso Ussía le explique que si tiene un bañador rojo lo que tiene es un señor del Partido Comunista que le da baños. Y de preguntarle a Begoña cuando la lleva al FIB en el Falcon de todos nosotros si necesita una rebequita para no pasar frío con el aire acondicionado. Lo de que elija Marruecos para irse de viaje cuando ya sabemos que el contenido de su móvil pirateado por el país vecino ha valido un Sáhara ya casi es anécdota al lado de la pinta grosera del hombre que nos arruina cada día.
Creo que era Ghandi el que decía que si hay un idiota en el poder, es porque quienes lo eligieron probablemente están bien representados. Nosotros no sólo tenemos a un idiota, al frente de los designios de nuestro país tenemos a tal gentuzo que da miedo preguntarse cómo son la mayoría de españoles. Sánchez ya sólo se distingue físicamente de sus socios bilduetarras en que le falta un anillo negro y gordo. En lo demás, en nada. Preparémonos para resistir años duros. Los votantes de izquierda están, desgraciadamente, muy bien representados.