El presidente mexicano desde 2012, es el actual hombre del corrupto PRI reconvertido en guapo reformador y padre de tres hijos con diferentes mujeres, más alguno sin reconocer. Su vida junto a la actriz, cantante y modelo, la marmórea Angélica Rivera, apodada “La Gaviota” en México por varias razones además de ser el título de una telenovela que protagonizó, es en sí misma un guión de telenovela: tiene de todo, mientras sus “cagadas” institucionales, lingüísticas y lapsus culturales le proponen como una especie de Cantinflas de nuevo cuño.

Peña Nieto enviudó en 2007 su esposa –con la que tuvo varios hijos, murió de una “arritmia cardiaca en una crisis epiléptica”. Sin embargo, poco antes de convertirse en Presidente fue incapaz de recordar la enfermedad que acabó con la vida de Mónica. En el vídeo podrán ver como se le olvidó de qué había muerto su esposa.

Un homosexual reconocido, Agustín Humberto Estrada Negrete, denunció públicamente que tuvo relaciones con el hoy presidente y que fue pillado in fraganti por su anterior esposa, Mónica Petrelini, que discutieron y que a él “se le fue la mano y la mató”. Peña Nieto tenía fama de “macho” y gustaba rodearse de bellas mujeres… pero mantenía una doble vida, según el denunciante que huyó del país en plena campaña por las presidenciales.

Angélica Rivera se acercó al entonces gobernador del estado de México y decidió cambiar de potro. Querían ser la pareja de telenovela, los más atractivos de México. Ella era madre de tres hijas y consiguió la nulidad de su anterior pareja, pretextando que, al haberse celebrado su boda en la playa, ésta debía ser considerada nula. Peña Nieto se casaba con ella en 2010 y dos años después se convertiría en la primera dama mexicana. ¿Es de telenovela, o no?