«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Nacido en Madrid, de madre inglesa, casado y padre de cuatro hijos, es un empresario, abogado y articulista que pasó más de una década inmerso en el mundo de la política madrileña. Sus pasiones son escribir, la empresa y la política.
Nacido en Madrid, de madre inglesa, casado y padre de cuatro hijos, es un empresario, abogado y articulista que pasó más de una década inmerso en el mundo de la política madrileña. Sus pasiones son escribir, la empresa y la política.

España, sucursal del chavismo

16 de enero de 2022

Iniciamos el año 2022 con un Gobierno roto, sin iniciativa, catatónico. Un Gobierno que sólo aguanta por inercia y cuya única vocación parece ser el reparto de los fondos europeos. Reparto que cada vez resulta más decepcionante y que no parece que vaya a ser un motor económico, sino un parcheo de las muy deterioradas cuentas de las empresas de sus amiguetes y sus socios autonómicos. Porque una de las grandes rémoras de España son los muchos «capitalismos de amiguetes», tinglados autonómicos que se han montado en nuestras regiones al calor del poder político.

El caso del ministro Garzón y su verborrea trimestral -sus salidas suelen coincidir con las estaciones- y su chulería al insinuar que le queda mucho tiempo de ministro es un síntoma del poco margen de maniobra que tiene el presidente. Puede que la garzonada sea premeditada ante una opinión pública que cada vez apoya menos al Ejecutivo. Supongo que Yolanda Díaz, ya consolidada como líder de la izquierda no-PSOE (supongo que las siglas de Podemos desaparecerán como casi lo han hecho en Madrid), le estará muy agradecido al ministro de Consumo por minar aún más la credibilidad de un presidente muy tocado, pues su objetivo es convertirse en la primera fuerza de la izquierda post-Sánchez.

Además, el ínclito Garzón se está buscando su público entre los eco-veggies, urbanos, anti-capitalistas, y póngale, querido lector, todos los calificativos a estos sujetos tan molones que abundan en nuestras grandes ciudades siempre subidos a sus carísimas bicicletas. Ahí tiene Garzón un filón que usar para ir arriba en listas y de paso pegarle un empujón al proyecto político de doña Yolanda.   

El proyecto de Maduro es sustituir al PSOE por una izquierda revolucionaria como la de los nuevos podemitas.

Pero también nos queda la esperanza que sólo sea una metedura de pata. Y es que sobran ministros en un Gobierno de muy poco talento, menos visión y ningún objetivo más que mantenerse en el poder con algún exceso retórico.  Algo parecido vivimos los madrileños con el Gobierno municipal de Manuela Carmena. Los españoles, y por muchas razones, tendemos a pensar que el que manda tiene una gran preparación e inteligencia. Es hora de bajarse del burro: hay mucho inútil en política. Y a veces -desgraciadamente no suele ser raro- se acaban juntando en el gobierno. 

Pero volvamos para concluir al proyecto de la nueva izquierda. Hay que denunciar que España se ha convertido en una sucursal del chavismo. Las pruebas de colusión son muchas: las maletas de Delcy Rodríguez, el «affaire Morodo», la financiación grosera -por descarada- a Monedero y a Podemos, los viajes de Zapatero… que lejos estamos de aquella política exterior que irradiaba España hacia la Iberosfera. Esta política ha sido arrumbada por Sánchez ante la perplejidad de nuestros socios europeos.

El chavismo pondrá todo el empeño y el dinero para que se produzca el ‘sorpasso’ de la nueva izquierda al PSOE

Hoy se han invertido las tornas completamente y la dependencia hacia Venezuela y su corrupción es una tragedia. Pero el sueño de Maduro no es mantener al PSOE. Ahí se equivoca Sánchez, al igual que lo hace con sus socios independentistas y los filoetarras. Al PSOE le habrán dado algún caramelo, pero envenenado. Una evidencia está en el hecho que ha tenido mucho más eco en España la corrupción venezolana del PSOE que la de la nueva izquierda. El proyecto de Maduro es sustituir al PSOE por una izquierda revolucionaria como la de los nuevos podemitas -o como quiera que se llamen en el futuro-.   

En las próximas elecciones generales, como ya ha ocurrido en las regionales de Madrid, el chavismo pondrá todo el empeño y el dinero para que se produzca el sorpasso de la nueva izquierda al PSOE. Esperemos que gane la derecha y que el nuevo gobierno del PP y de VOX se emplee a fondo para acabar con este tinglado y erradicar el proyecto chavista en Europa.

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