«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La ETA que viene

10 de junio de 2014

El debate sobre la ley de abdicación ha sido la imagen perfecta del tiempo político, que obliga a reformular la sentencia de Alfonso Guerra: hoy el que no se mueve -hacia la izquierda- no sale en la foto.

Lo único positivo que se puede decir sobre el parlamento actual es que el que lo sustituya dentro de un tiempo serátodavía peor. En vez de la inteligencia fría -química- del faisán Rubalcaba, oiremos a Eduardo Madina, que es Pablo Iglesias vestido de limpio. Y a Pablo Iglesias también le oiremos usurpando el discurso que ahora hace Amaiur, construcciones intelectuales de apariencia simple, pero que tienen como único objeto justificar y premiar la violencia política. La democracia es Gamonal, ha dicho el personaje de moda, y no se refería a que en las últimas elecciones ganóel PP en ese enclave castellano, sino a que minorías violentas y disciplinadas son capaces de dictar la política de todos. En eso estamos.

Asíque en la próxima legislatura los filoterroristas de Amaiur, Bildu – o como se llame entonces al ropaje que adquiera la bestia- se sentirán plagiados, y tendrán que subir a la tribuna directamente con el pasamontañas para tratar de mantener a su público, porque contemplan entre divertidos y perplejos como muchos grupos políticos han hecho corta y pega de los postulados etarras. En lo laicista radical ya casi les gana Rosa Díez, que sólo le queda decir a la tapada socialista que las monjas reparten caramelos envenenados a los niños; en el separatismo les aventajan hasta los catalanes democristianos, más veloces en el sprint de la traición; y en su deformación del pasado ni siquiera pueden competir con el Partido Popular, que al mantener la ley de Memoria Histórica de Zapatero otorga más legitimidad a Josu Ternera y a Bolinaga que a los derechos del Príncipe de Asturias.

La ETA que viene, en fin, estarárepresentada por una sopa de letras nacionalistas y de izquierda, que dan por amortizado -por asesinado- al sistema y preparan el último asalto al poder. Sospecho que desde el búnker del régimen, con sede en el síndrome de Estocolmo, se empeñarán en mantener sus privilegios pactando con hachas y serpientes, avanzando hacia una monarquía confederal, convenciendo a Felipe VI de la necesidad de cimentar su trono en la culminación del proceso de paz, cediendo una vez más a los chantajistas del populismo y del odio.

Puede que no tardemos mucho en asistir a la excarcelación de Otegui y de Usabiaga -pendientes de un recurso ante el TC-, o a la promoción de indultos para otros terroristas, acelerando asíla amnistía silenciosa desde hace tiempo pactada.

 

Al bipartidismo ya le han crecido sus cuervos, mimados hasta el exceso, hambrientos de los ojos y las vísceras de sus progenitores. Y sólo un insensato amor a España nos impide sentarnos tranquilamente a disfrutar del espectáculo.

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