Queda poco para el referéndum escocés y para la Diada del 11 de septiembre en Cataluña. El apoyo popular a la idea de la secesión escocesa parece crecer a un mes de la consulta pro-secesión, este es uno de los pocos alimentos para el referéndum previsto en Cataluña para el 9 de noviembre. El parón de agosto vive sus últimas semanas y, con ellas, los promotores de la consulta “pacifica” se entretienen de diferentes modos.
La emboscada Carme Forcadell, lideresa del independentismo a través de la Asociación convocante de la cadena humana y funcionaria de la consejería de enseñanza (a un tiempo) se va quitando el velo. Incluso se atreve a instar a Mas para que rompa la legalidad española. Forcadell considera obvio que habrá que violentar el ordenamiento legal del Estado español, si se prohíbe la consulta. Vamos, como en cualquier proceso de ruptura del orden establecido. Convocarlo, a sabiendas de que no es legal, no merece reproche alguno. En su lógica: “Qué más da, violentar la legalidad española, si no es la nuestra”. Es lo que proyecta sobre los ciudadanos cuando se inventa un país virtual, o cuando se consiente por décadas, La vaca acaba en dueña, cuando no la ordeñan, dicen los montañeses.
Otros héroes de la patria excluyente catalana se divierten haciendo concursos de “arrojamiento” del DNI que tienen como españoles. Creo que el campeón no ha superado los diez metros de heroico lanzamiento, debe ser que eso de ser español, en el fondo no era tan pesado. Me pregunto, qué pasaría si a un grupo de “otros catalanes” se nos ocurriera hacer un concurso de lanzamiento de defraudadores fiscales en la Plaça de Sant Jaume. Se trataría de que unos muchachos de los que prefieren una Cataluña mejor, a una sólo diferente, arrojaran muñecos con cara de Yoda, lo más lejos posibles mediante técnicas rotatorias como las de lanzamiento en atletismo. Tan mal gusto es lo uno, como lo otro. La diferencia es que lo segundo no se le ocurre a ningún tarado, lo primero sí.
El termómetro sube en verano. A veces el sol, produce dolores de cabeza, casi nunca son daños permanentes, solo temporales. Leo que el historiador catalán Jordi Bilbeny cree que Da Vinci pudo ser “un hijo perdido de la casa real catalana”. Es flipante, tratándose de un historiador. Leonardo se llamó da Vinci, primero porque quiso y segundo por haber nacido en Vinci, el 15 de abril de 1452, ¿Tenía Casa Real Cataluña en 1452? ¿No reinaba Juan II el Grande en Aragón? ¿No era Fernando un recién nacido, al que dos años después su padre le convirtió en duque de Montblanc y señor de Balaguer? ¿No fue ese Fernando, el que con Isabel de Castilla forjaron España? En fin, que le llamen “Lleonard”.
Peor es el golpe de calor de Xavier Trías, el alcalde convergente de Barcelona -al que por cierto en familia llaman “Javier”- dice que si el Estado español prohíbe el referéndum “sabiendo que es legal”, podría estar “prevaricando”. Hay que ver, ¡Como están las cabezas! Trías y Mas se obstinan en que la Generalitat convocará a votar a los catalanes de forma legal. ! Y “vuelta la burra al trigo”.
Con el referéndum a 90 días, Artur Mas es el bombero, sin manguera. Por un lado, no se atreve a expulsar de CDC a su fundador, Jordi Pujol. Por otra, sabe que hasta el 9-N la presión sobre el “clan Pujol” va a ser brutal. Los catalanes podrán a ver con todo lujo de obscenos detalles como la “famiglia” les depredaba sin vergüenza y con despreocupación, como quien maneja su cortijo. Los politólogos insisten en que sólo le queda convocar de elecciones plebiscitarias y eso es dejarle el balcón a los que quieren romper con la legalidad española, con ERC ala cabeza. Y entonces, Rajoy si va a tener un problema.