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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Socio-Director de Eurogroup Human Resources.Orgulloso de colaborar con Intereconomía desde abril de 2012."""
Socio-Director de Eurogroup Human Resources.Orgulloso de colaborar con Intereconomía desde abril de 2012."""

¿Por qué hay que eliminar las autonomías? El caso IKEA

13 de marzo de 2015

Ikea ha paralizado su plan de inversiones corporativo en nuestro país. La citada multinacional sueca, especializada en la venta de muebles “low cost exclusivos”, tenía previsto desarrollar un proceso de expansión en España consistente en abrir 14 tiendas y 8 centros comerciales. Por mediación del citado proyecto, esta compañía preveía invertir 2.500 millones de euros y crear 18.000 empleos tanto directos como indirectos en varías de nuestras comunidades autónomas.     

Desde el departamento de comunicación de la compañía, los directivos responsables del negocio en España han explicado que la renuncia a ejecutar el citado plan de inversiones se debe, fundamentalmente, a que en nuestro país existen multitud de infranqueables barreras regulatorias. Y complicadísimas trabas burocráticas. Tanto en cuanto, muchas normas jurídicas están fragmentadas y son incompatibles, puesto que proceden de 17 autonomías que legislan de modo diferente.

Ikea es una empresa valiente y se ha atrevido a denunciar que la nula unidad de mercado, el déficit de libertad económica, la asfixiante y confiscatoria presión fiscal, el parasitismo público-político, etc., impiden que España se convierta en un país atractivo para las inversiones empresariales procedentes del exterior. Todo ello, producto de la corrupción política institucionalizada y derivada de nuestro económicamente insostenible modelo de Estado autonómico.

Esperemos que ningún presidente de comunidad autónoma haya solicitado una “comisión” a Ikea, al mafioso estilo de Jordi Puyol, por el mero hecho de establecerse a nivel regional.

Y del mismo modo, confiemos en que, a cambio de “mordidas”, los dirigentes de los gobiernos autonómicos no le ofrezcan en el futuro subvenciones públicas a esta compañía al objeto que reconsidere su postura y siga invirtiendo en las diversas regiones españolas.

Puesto que estas son las fórmulas tradicionalmente utilizadas por la partitocracia autonómica para “hacer negocios” en España y tejer redes político-clientelares.

Al margen de lo anterior, es preciso considerar que Ikea puede reactivar más adelante el citado plan de expansión. Incluso, podría rediseñar el modelo de negocio por medio de la creación de un nuevo “concepto de tienda”. O reinventar la estrategia, es decir, reduciendo las inversiones, vía oferta multicanal, por ejemplo, apostando por tiendas más pequeñas y céntricas y, de modo paralelo, potenciando la venta a través de Internet.

Y tener en cuenta, además, que las multinacionales, dado el  poder de negociación que tienen respecto a los Estados y al objeto de presionar a las Administraciones, suelen adoptar múltiples y estudiadas estrategias político-económicas con el fin de mejorar las condiciones de implantación y posterior desarrollo de sus negocios.

Pero a pesar e independientemente de estas circunstancias, las razones que ha esgrimido esta empresa para frenar sus inversiones en España son perfectamente lógicas y creíbles desde una perspectiva meramente empresarial.       

El caso de Ikea refleja claramente la anti competitiva dependencia que tiene la economía española respecto de la política. E, igualmente, el mismo constata el fracaso económico que le ha supuesto a España la implementación del Estado de las autonomías.

En este sentido, el crecimiento económico de España y, por ende, del empleo estará continuamente lastrado por el pernicioso efecto de las “autonomías & asociados”.

Cientos de miles de parásitos sociales, entre los que se encuentran políticos, asesores, sindicalistas liberados, empleados públicos enchufados por los partidos políticos y sin oposición (o amparados por una oposición ilegal), etc.

Junto a las de redes clientelares, tejidas a través de pseudo empresarios y particulares, todos ellos amigos de la subvención y del poder.

Han convertido a las pymes, los autónomos y, en general, a los empleados del sector privado en esclavos fiscales y laborales que, en muchos casos de forma “seiscientoseurista” y precaria, mantienen a flote la macro estructura político-administrativa autonómica y local en la que parasitan tales especímenes.  

Recordemos, porque nunca está de más hacerlo, que la causa del saqueo del que han sido objeto los españoles para rescatar a la mitad del sistema financiero español, integrado por las antiguas cajas de ahorros, ha sido la corrupción de los políticos autonómicos y locales.

VOX INCLUYE EN SU PROGRAMA LA MEJOR PROPUESTA ELECTORAL DEL MERCADO POLÍTICO ESPAÑOL: ELIMINAR LAS AUTONOMÍAS O RETIRAR COMPETENCIAS A LAS CC.AA.

El único partido que ha propuesto simplificar nuestro inviable modelo autonómico (retirando a las autonomías las competencias de sanidad, educación y Justicia) o eliminar directamente el Estado de las autonomías es VOX.

Esta es la mejor propuesta político-económica que un partido español puede incluir en su programa electoral, y la única capaz de reactivar la economía española en el caso de llevarse a cabo la misma. Puesto que   significaría reducir el nivel de corrupción política, de malversación de caudales públicos y de despilfarro enormemente. Y ahorrar varias decenas de miles de millones de euros anuales. Y, evidentemente, todo ello, supondría una reducción de nuestra deuda y del déficit y un grandísimo impulso del empleo.     

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