Leo en el periódico de Soraya, El Pais, un titular alarmante, «De Intereconomia a Torrespaña». Me quedo perplejo con el contenido. Resulta que TVE ha contratado a unos pocos periodistas, media docena, para cubrir necesidades informativas de forma temporal fruto de la reciente convocatoria de elecciones en Andalucía.
Los habituales del plante, la charanga y la holganza del sindicato vertical de La Casa han puesto el grito en el cielo, pero no por que se hayan creado unos pocos puestos de trabajo, sino porque cuatro de los contratados trabajaron antes en ese grupo fascista, carca, fundamentalista, derechista y tradicionalista que se llama Intereconomia.
Vamos a ver sí ponemos algunos puntitos sobre las íes.
Este Grupo de Comunicacion en su modestia está «hartito» de tanta animosidad contra quienes han formado el grupo más combativo y profesional de periodistas en los últimos diez años. No vamos a renunciar a contar que Antonio Jimenez, hombre de radio y formidable comunicador, se formó y creció profesionalmente en nuestra casa. Carlos Dávila ha sido el artífice de la creación del último gran periódico diario que dio momentos de extraordinario e independiente periodismo, La Gaceta. Los Clones, Federico y Luis forjaron su vis televisiva en Intereconomia y hoy la ejercen en otros medios. Chema del Olmo en El Confidencial, Jorge Bustos en El Mundo o Alberto Lardies en Voz Populi son solo algunos ejemplos de profesionales que han forjado su buen hacer en nuestra casa.
Nuestras tertulias, cuando aún no existían los rutilantes platós de La Sexta o Telecinco para montar sus shows, Dando Caña de Javier Algarra o el propio Gato al Agua han proyectado a periodistas o políticos como Federico Quevedo, Isabel Durán, Jaime González, Antonio Martín Beaumont, Cristina Alberdi, José Luis Balbas, Carmen Tomás, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Tania Sánchez, Antonio Miguel Carmona, Albert Rivera, Juan Carlos Girauta, Gustavo de Aristegui, Begoña Villacis, Mario Conde, Gil Lázaro, José Manuel Soria, Xavier García Albiol, Elvira Rodríguez, y un etcétera que haría corta esta página y varias más.
Intereconomia inventó El Gato, el formato de Punto Pelota, brillantemente interpretado por Josep Pedrerol y su equipo. Lanzó a Gay de Liebana a explicar economía para todos. Anticipó las tertulias políticas de los sábados por la noche con el inimitable Xavier Horcajo y su Más se perdió en Cuba. Creamos el Hable con ellas con el nombre de Doce mujeres sin piedad.
Intereconomia cubrió en jornadas de 24 horas el movimiento del 15 M en la puerta del Sol, anticipándose a la importancia política que ese impulso iba a cobrar en la vida española. Cubrió en directo, dos horas antes de que lo hiciera la todopoderosa TVE, el terrible accidente ferroviario de Galicia. Se adentró en las violentas manifestaciones antisistema de Barcelona recibiendo en sus carnes escupitajos y agresiones físicas. Entramos en un centro abortista y grabamos un crimen en directo en toda su crueldad. Intereconomia ha padecido el placaje sistemático del lobby Gay por su posición en defensa de la familia tradicional y de la libertad de conciencia y de educación de los niños. Intereconomia tuvo el honor de producir Las lágrimas en la lluvia del inigualable Juan Manuel de Prada.
Hoy periodistas de valía como Susana Burgos o Alejandra Alloza son estigmatizados por haber prestado sus servicios en Intereconomia. Siento vergüenza de esta profesión, antes tan noble y valiente. Hoy sólo un periodista digno y sincero, Javier Fumero de El Confidencial Digital ha roto una lanza por sus colegas. El resto, lo de siempre, silencio cobarde. Siempre se cumple amigos, «quien a hierro mata, a hierro muere» y «cuando las barbas de tu vecino veas pelar, mete las tuyas a remojar».
Curioso ver como nos desprecian, nos tachan de marginales, cuando no de desaparecidos, pero siguen acumulando rencor hacia nuestra audacia y nuestra decidida defensa de la libertad. Me divierte ver el cacareado y admirado modeló de La Sexta, tan exitosa ella, con el inestimable apoyo financiero de Antena 3, después de verse prácticamente abocada al cierre, replicando el modelo de Intereconomia pero con millones de euros sobre la mesa. Todas estas cosas la profesión periodística las sabe. Y todas estas cosas la profesión periodística las oculta. Quizás ellos no han sido capaces, salvo con cantidades ingentes de euros de inventar un solo formato o detectar un átomo de talento entre tanta ignorancia y pereza.
Pues saben que les digo, que vamos a seguir buscando talentos, generando formatos y formando la opinión de nuestros espectadores. ¡A seguir bien colegas!
