«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Barcelona 1959. Escritor y periodista. Su último libro publicado es “PSC: Historia de una traición” (Deusto, 2020). Premio Ciutat de Barcelona año 2000 en Radio y Televisión.
Barcelona 1959. Escritor y periodista. Su último libro publicado es “PSC: Historia de una traición” (Deusto, 2020). Premio Ciutat de Barcelona año 2000 en Radio y Televisión.

La amnesia que nos amenaza

29 de noviembre de 2023

Les recomiendo el libro que bajo el título Los amnésicos ha escrito la periodista y realizadora francoalemana Géraldine Schwarz. En él y de manera documentada, fría y exacta —por eso el resultado es demoledor— la autora nos va desgranando la historia de una familia alemana de clase media, su familia, a la que le tocó vivir el terrible periodo del nazismo. No fueron ni judíos ni nazis; ni opositores ni defensores; ni víctimas ni verdugos. Formaron parte de eso que los alemanes denominan Mitläufer, que podríamos traducir más o menos como personas que se dejan llevar por la corriente. Son esos buenos alemanes que decidieron no hacer nada cuando pasó lo que pasó y, si bien no quemaban sinagogas ni vestían el siniestro uniforme de las SS, tampoco movieron un dedo para ayudar a quienes sí se habían convertido en el objeto de la ira nacionalsocialista.

Esa pasividad que, como definió Albert Haushoffer encerrado en una celda de Berlín Moabbit poco antes de su ejecución, bordea la traición, se explica un poco mejor a la que se avanza en este libro que se lee como una novela: la familia de la autora se benefició de la política de arianización comprando una empresa judía por debajo del coste real de la misma. Lo que estremece hasta el tuétano es que, finalizada la contienda, uno de los herederos de dicha firma, judío, al ir a reclamar la propiedad que su padre se vio obligado a vender se encontró con la llorosa explicación de quien la había adquirido. Le dijo que él estaba muy apenado por lo sucedido con los judíos —¡apenado ante millones de asesinatos!—, pero que una prueba de su inequívoca buena fe era que pagó por la empresa un poquito más de lo que marcaba la tasación efectuada por los nazis. Karl Schwarz, el pariente de la autora, creía firmemente en la rectitud de su proceder: pudiendo pagar menos, había pagado un poquito más. ¿No demostraba eso que su intención era recta y que él era un buen hombre?

Pero cuando recibieron una carta del abogado representante de Julius Löbmann reclamando 11.000 reichsmarks en virtud de una ley norteamericana que preveía reparaciones para los judíos expoliados el mundo tan bien construido, tan pulcro, tan carente de responsabilidades del abuelo Schwarz de hundió. El creyó hasta su muerte que no había hecho nada malo. Se limitó a obrar como muchos otros, dejándose llevar por la corriente sin querer mirar las consecuencias.

Ahora su nieta nos expone crudamente lo que significa inhibirse ante una situación injusta, adquirir una amnesia muy conveniente y fingir que eres buena persona. Es un aviso contundente para los Mitläufer de toda Europa, de los españoles, de esos que confunden la inacción ante el mal con hacer el bien. Es la misma historia la que nos da un aldabonazo sonoro en nuestras conciencias, porque contra el mal no cabe más que la lucha constante. Mitläufer. Aquí los llamaríamos pancistas, conformistas, centristas. Es igual. Quedarte de brazos cruzados ante la hecatombe.

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