«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Barcelona 1959. Escritor y periodista. Su último libro publicado es “PSC: Historia de una traición” (Deusto, 2020). Premio Ciutat de Barcelona año 2000 en Radio y Televisión.
Barcelona 1959. Escritor y periodista. Su último libro publicado es “PSC: Historia de una traición” (Deusto, 2020). Premio Ciutat de Barcelona año 2000 en Radio y Televisión.

La Nación ha despertado

8 de noviembre de 2023

El sesteo nacional ha sido en muchas ocasiones causa y origen de los problemas que han aquejado a España secularmente. Pero hay que decir que, cuando de defender a la Nación se trata, siempre hemos sabido aparcar diferencias y nimiedades a un lado y hemos salido todos en tromba. Porque en nuestro inconsciente colectivo sabemos que la Nación somos todos nosotros y que no estamos hablando de un concepto abstracto o artificial. Hablar de la Nación es vincularse con todas las personas que convivimos en ella y sentirnos más cercanos, más próximos y, si se me permite, más hermanados.

España como Nación ha sido quizás una de las cosas que más ha combatido la zurdería por todos los medios. Ahora se conoce que tenían razón al temer su despertar, porque el miedo se ha apoderado de esos sátrapas, de esos estómagos agradecidos, de esos perversos de la política cuando han visto como la gente ha salido y sale a diario para decir que ya está bien, que no queremos amnistías ni bastardeos, que no aceptaremos el golpe de Estado dirigido desde Moncloa, que aquí hay un pueblo que sabe mantener la dignidad cuando la ocasión histórica lo requiere. Y qué duda cabe que esta nos exige a todos el compromiso de estar en la defensa de aquello que nos une, de nuestra historia, de nuestros mayores y, especialmente, de quienes han de sucedernos. Eso se llama España y nosotros somos la Nación española, el sujeto político, como el otro día dijo con su habitual sabiduría mi querido hermano Juan Carlos Girauta.

Las leyes pueden ser unas u otras, pero la Nación tiene el deber y el derecho de levantarse cuando estas son discriminatorias, lesivas, injustas. Y ante el golpismo gubernamental, la Nación, nosotros, hemos salido a la calle para no volver a casa hasta revertir este lodazal en el que el Gobierno creía que iba a meternos con nuestra pasividad. No es momento de tibiezas ni de excusas. De hecho, en democracia nunca lo es porque la libertad tiene un precio y hay que pagarlo. Estos son tiempos de lucha, de combate, de enarbolar la bandera de la libertad y de la ciudadanía, la bandera de España que a todos nos representa y a todos nos acoge.

Y ahí los vemos a diario protestando ante las sedes de los socialistas o en actos multitudinarios: jóvenes, mayores, hombres, mujeres, universitarios, trabajadores, empresarios, agricultores, gente de la mar y gente de la montaña, gente que quizá vota distinto pero piensa lo mismo: a mí no me toque usted España ni me toque a sus instituciones. Esa es la Nación que parecía dormida y que la felonía sanchista ha hecho despertar y que ruge potentemente de punta a punta de nuestra patria. Sepan los réprobos que esto no va a ser cosa de un día ni de dos ni de tres. Sepan que hasta aquí ha llegado la paciencia y el aguante de la gente de la calle, la que no llega a final de mes mientras ve cómo viven lujosamente a costa nuestra quienes se dicen de izquierdas.

Si, la Nación ha despertado. Y no va a volver a dormirse.

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