«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Limpia, fija y da esplendor

2 de diciembre de 2014

Este es el lema de la Real Academia de la Lengua. En un principio incorporaba nuevos términos al Diccionario recogidos por la costumbre y el saber popular; así tenemos souvenir, sandwich, clichet, bufet, ticket…. Pero hoy, con el crecimiento de la red de medios informativos, ha descendido la sabiduría popular que va perdiendo calidad y su identidad lingüística, entre otras razones, por la influencia negativa que ejercen, al mismo tiempo, esos medios en el uso abusivo de extranjerismos. El pueblo ahora ha influido para que entren en el Diccionario términos como hobby, look, input, mouse, ranking, mailing, hit, bluf, chance, sunami, remake, revival, flahs back, casting, low cost, bluetooth, item, tablet, affaire, on site, estar in, o estar out, auto selfie, full time,hacer un break, y cientos más. La Academia, en lugar de bendecirlos, debía ser más cauta y responsable al considerar las nuevas costumbres del vulgo, porque, en definitiva, quien enseña y educa es el profesor, nunca los alumnos, por muy mayoría que sean. Esos términos extraños tienen fácil traducción a nuestra lengua, la de mayor riqueza en palabras y sinónimos, que, por debilidad lingüística, vamos dejando que se pierdan. No hay término extranjero que no pueda ser traducido a nuestro verbo, y, a veces, con más sinónimos, incluso con más amplio significado. Estamos así aumentando el olvido y desprecio de nuestras palabras; no enriquecemos pues nuestro vocabulario, sino que lo empobrecemos. Hay jóvenes, y no tan jóvenes, que, por ejemplo, no conocen el significado de sunami en castellano, adoptado ya por nuestra Academia, pasando a la historia la palabra maremoto.

Esta situación de uso de extranjerismos, sobre todo anglicismos, común ya en España, y bendecidos por nuestra Real Academia de la Lengua, ha llegado a un punto de vergonzosa pérdida de identidad. Este uso se hace, sobre todo, en temas publicitarios y puntuales, pero cada vez mayores. No existe un país en Europa que, con los mismos objetivos de publicidad, o los que sean, use un idioma extraño; desde luego el español, nunca. Usamos también frases inglesas en la publicidad como, por ejemplo, “Bear Festival”, Shopping week”, o “Fashion Week” “Black Friday”, “Brain training”, “Tarjeta black”, “Winter pride”,  y también cientos de frases más ¿Alguien puede creer que en Inglaterra o cualquier otro lugar, se emplee el español, expresando, verbalmente o por escrito, “Festival de la cerveza”, “Semana de Compra en Londres”, “Semana de la moda en Paris”, “Viernes negro”, “Ejercicios cerebrales”, “Tarjeta negra”, “Orgullo Invernal”, etc.Esta situación no se justifica alegando que el inglés lo entiende mejor cualquier turista extranjero en España, puesto que las frases publicitarias y comerciales, son fácilmente asumibles para todos, incluso al extranjero le gusta conocer estas expresiones en castellano.   

El idioma español sigue siendo, posiblemente, el de mayor riqueza en palabras y sinónimos. No hay término extranjeros que no pueda ser traducido a nuestra lengua y, a veces, con varios sinónimos, incluso con más significado. A pesar de ello, vamos perdiendo nuestro vocabulario. Somos débiles, nos falta congruencia, responsabilidad y, sobre todo, identidad con nuestra propia gramática para defender nuestro verbo, y nos creemos que con el uso de extranjerismos aparentamos ser más doctos en cualquier materia. Ya nos ocurrió cuando Napoleón, donde se puso de moda hablar francés en España, y aquellos que lo ignoraban, se contentaban haciendo el ridículo usando algunas palabras sueltas; les llamaron, despectivamente, afrancesados. Cualquier país extranjero cuida su lengua con más respeto y cariño que nosotros. Los ingleses han adoptado del castellano un par de palabras, entre ellas, siesta, paella, y gazpacho;. sólo pronuncian bien la primera, en cuanto a la segunda se han aferrado con tal firmeza en pronunciar “paela” que no me extrañaría la adoptemos nosotros algún día como un extranjerismo más. Y gazpacho la traducen mal: “clear tomato soup”, cuando resulta que la sopa de tomate no tiene nada que ver con el gazpacho.

Ante semejante agresión que hacemos al idioma, me viene a la memoria la composición del gran poeta que fue Francisco Garfias, cuando, en homenaje a nuestro extenso, y excelso, vocabulario, escribió una poesía que llamó Pueblo. Y no pudo elegir mejor nombre para identificar muchas de nuestras nobles palabras que huyen, se protegen y sobreviven en pueblos, alejadas del mal trato y olvido que reciben de nosotros mismos, pero que, al final, mueren.

Nuestra Academia, que quizá no conozca al poeta Garfias, debería «limpiar» más para «fijar» mejor; el «esplendor», vendría por sí mismo.      

Me tomo la libertad de recordarles la mencionada Poesía y su comparación con el verbo de hoy. 

 

Poesía de Francisco Garfias:                                Plagio intolerable:                                                                          

Digo almirez y trébedes y plato,                                     Digo tsunami, chance, y holding,

silla de enea, hoz, jarra y lebrillo.                                   fashion, cachet, top-ten, y short.

Aceite, mosto, candeal, membrillo,                                 Hacker, mouse, reality, resort,

Campana y hontanar, pan y recato.                                 Staff, average, shopping y ranking.

 

Por decir digo aceña, abril, regato,                                  Por decir, digo input, affaire, casting,

Almáciga, aguamiel y culantrillo.                                     attaché, status, stock.

Dornajo, barboquejo, sol, rastrillo,                                  Lobby, reality, jogging, store,

Zagalejo, jamuga, senda y hato,                                       junior, spa, crack, lifting.

 

Digo escarcha, pajuela y malvarrosa,                                Digo test, cuando su nombre es examen,

recuero y horno, potro y levadura                                     auto selfie, si hablo de auto foto.

Luego nombro el helecho y el barbecho.                           Y también black friday, tarjeta black.

 

Y tras decir Señor, amén y rosa,                                       ¡Arrojemos extranjerismos a la basura,

me ciño un padrenuestro a la cintura                               recuperando identidad con este hecho

y me tumbo a dormir tan satisfecho.                                 y podremos dormir más satisfechos!

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