«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
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Barcelona 1959. Escritor y periodista. Su último libro publicado es “PSC: Historia de una traición” (Deusto, 2020). Premio Ciutat de Barcelona año 2000 en Radio y Televisión.
Barcelona 1959. Escritor y periodista. Su último libro publicado es “PSC: Historia de una traición” (Deusto, 2020). Premio Ciutat de Barcelona año 2000 en Radio y Televisión.

Llegará un día

22 de febrero de 2023

Empiezan a vislumbrarse poderosos indicios acerca de que, cuando pase el tiempo, nadie tendrá la culpa de habernos llevado a esta situación. Nadie dirá que no supo modular sus filias y sus fobias, que sus ideas fueron perniciosas, nadie pedirá perdón por los terribles yerros cometidos. Cuando llegue el día en que se deban rendir cuentas, verán como los responsables se escurren por las rendijas de la historia acusando siempre a los demás, auto exculpándose de todo crimen, de toda falta, de la irresponsabilidad rayana en lo suicida que supone la política de hoy.

Dudo que quienes nos gobiernan sepan en qué consiste el examen de conciencia. En primer lugar, carecen de ella; en segundo, jamás han querido reconocer que, por su culpa, son muchas las cosas que se han torcido en nuestro país. Ellos siempre pretenden tener razón, aunque para ello se valgan del efecto retroactivo, históricamente hablando, con leyes de la memoria que no tienen nada de la misma y sí mucho de mixtificación. Allá ellos, porque ahí está el altísimo tribunal de la historia que, aunque lento y a veces torpe, acaba siempre por imponerse. No debemos esperar rectificación alguna y mucho menos arrepentimiento por parte de esa gente pagada de sí misma, imbuida de una superioridad moral fabricada a base de consignas y subvenciones. Lo que no tiene remedio, mejor dejarlo tirarlo al basurero.

Lo particularmente doloroso es que en esta ceremonia del olvido, cuando no de la tergiversación tanto pasada como presente, callen las víctimas ante los agresores. San Bernardo de Claraval decía que la culpa no está tanto en el sentimiento sino en el consentimiento. Y quienes han consentido, a veces con su silencio y otras con su aprobación, deberían pedir disculpas y asumir su parte de responsabilidad en todo lo que pasa. Porque llegará un día en el que todos quienes han participado en la política con mayor o menor responsabilidad deberán presentarse ante sus compatriotas. Ese día no cabe otra respuesta que la sinceridad y el deseo de pedir perdón. Y digo perdón, porque es cierto que sin la pasividad cuando no cobardía de lo que ahora se considera oposición, el sanchismo ni habría llegado tan lejos ni habría osado hacerlo. Porque son cobardes y suelen amedrentarse cuando se les planta cara de manera decidida, vigorosa, dura, sólida. Lamento decir que el PP, en su actual deriva hacia un centro izquierda que es incomprensible para quien ha seguido mínimamente la trayectoria del principal partido de centro derecha español, tendrá que dar muchísimas explicaciones. Porque cuando llegue el día, no bastará con hablar de sentidiño, de encuestas o de captar el voto socialista fatigado por la extravagancia y el populismo sanchista barato. Habrá que argumentar qué se hizo y qué no se hizo, razones, motivos. Y nada que no sea servir a España y a los españoles podrá tener la más mínima indulgencia. Nada. Porque llegará el día. Y no está tan lejos como algunos inventores de gaseosa creen.

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