«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Los barones se rebelan

31 de octubre de 2013
  • Los partidos de gobierno en España, PP y PSOE, están nerviosos, no las tienen todas consigo, huelen a temporal porque otean elecciones y tienen malas encuestas. Al desgaste propio del Gobierno, el PSOE aún purga el desastre zapateril, hay que unir el lastre que supone la imagen de compadreo que dan nuestros políticos y el hecho de que, si bien el poder es buen pegamento, el miedo al trompazo electoral alimenta entre ellos el virus de la desunión. Del maldito zapaterismo algo aprendieron todos: si no te despegas a tiempo, la caída del líder te arrastra. Varios presidentes de comunidad y cientos de alcaldes perdieron su feudo por no desmarcarse a tiempo de ZP. Rajoy y su PP, sordo a sus votantes –como si oyera llover–, avanza raudo por la misma senda y sus barones, autonómicos y locales, no quieren perder lo que sus colegas del PSOE les regalaron.

  • Las elecciones no se ganan, es el contrario quien las pierde, y lo hace porque los que le votaron ya no se fían de él. La novedad en este caso es que la confianza del personal se ha roto con el que manda y con el que debería sustituirle. Si el PP de Rajoy no es fiable, el PSOE de Rubalcaba lo es menos y, lo que es peor, empieza a generalizarse la idea de que ambos son casi lo mismo: independientemente de sus programas –puro folleto electoral– cuando mandan se comportan muy parecido en los temas que más encienden al electorado español: los euros y la dignidad.

    Frente a la economía, de hecho, ambos partidos, si bien presentan recetas contrapuestas de boquilla, a la hora de la verdad se comportan casi igual. Estrujan a todo aquel que tiene nómina, sea pública o privada, y sisan inmisericordes a la pequeña y mediana empresa que en España es la que realmente genera riqueza. En vez de adelgazar el monstruo administrativo que tenemos, lo mantienen –cuando no lo incrementan– y siguen colocando a dedo a todo aquel que por parentesco sanguíneo o político no tiene de qué vivir. Sumamente preocupados por la imagen de corrupción que empieza a extenderse a todos ellos, lejos de hacer limpieza en su propia casa amenazan con el “y tú más” para, mirando hacia otro lado, taparse y dejar pasar el tiempo.

    Si a este panorama le añadimos la desunión, entiendo que estén nerviosos. El PSOE andaluz cada día está más alejado del PSC catalán y ya no lo disimula; a falta de ideología pesa más el camuflarse en los matices colóricos de la tierra que uno pisa. El PP de Rajoy cada vez se parece menos al PP de las autonomías. Mientras Rajoy sube impuestos, los barones territoriales a la que pueden los bajan. Rajoy sigue a pies juntillas la política antiterrorista socialista y sus barones, justo por eso, se le manifiestan en Colón. Menudo panorama nos espera. A río revuelto ganancia de pescadores, y hay cada uno… 

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