«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Maleni en los ERE

3 de julio de 2013

El mayor escándalo de corrupción de la historia de España –anda que no es difícil ostentar ese récord– surge del PSOE en Andalucía. La juez Alaya continúa con su exhaustiva instrucción y poco a poco va cerrando el círculo. Se ha quedado en la puerta del despacho de Griñán de cuya anunciada marcha –sin irse– empezamos a entender el porqué. La juez tiene derecho y competencia para seguir con su soberbia instrucción, en la que todavía ningún aforado ha sido imputado. ¿Por qué no imputa ya a Griñán al que se le pueden aplicar los mismos argumentos utilizados para imputar a Magdalena? Porque seguro que la juez tampoco se fía de unos órganos judiciales politizados en los que, con la última reforma de Gallardón, ha sido aniquilada la casi ninguna independencia judicial.No podía ser que el choriceo de los ERE se quedara en un tercer nivel como si fuera una corruptela más de las que se producen en mil y un lugares de nuestro país. No podía ser que los peces gordos del Gobierno de Andalucía no estuvieran involucrados en el atraco del dinero destinado a los parados. La trama estaba muy organizada. Y creo que sería más que plausible que, dentro de los múltiples delitos que han podido cometer, se contemple también el de organización criminal. No porque el número de imputados vaya a llegar al centenar, sino por la forma en que las personas involucradas estaban estructuradas y por cómo realizaban la actividad delictiva. Así, como características esenciales de la criminalidad organizada, puede verse que tenían objetivos comunes: el lucro ilícito, para cuya consecución se valían del poder. Establecieron un sofisticado entramado, con división de funciones, que conduce a una profesionalización de sus miembros –aseguradoras, sindicatos, políticos…– y a la mayor eficacia de la organización. Hasta que no fueron descubiertos actuaron con gran cohesión entre todos ellos. Una cohesión derivada del interés en conseguir sus objetivos –forrarse– con un importante componente ideológico. Militantes del partido, familiares, allegados o asimilados. Lo cierto es que en los sucesivos cambios de Gobierno pasaban los consejeros, advertía el imputado interventor –sin que nadie le hiciera caso y sin que presentara las oportunas denuncias– y los ERE fraudulentos se continuaban haciendo desde la estructura que presuntamente organizó o autorizó Maleni. Esta imputación deja en una muy difícil posición al resto del PSOE. ¿Puede seguir Magdalena Álvarez desempeñando su puesto de vicepresidenta en el Banco Europeo de Inversiones? Está claro que no, aunque ella pretenderá seguir. Cobra un pastón. ¿Quién en el PSOE tiene autoritas para pedirle que dimita? Silencio.

.
Fondo newsletter