«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Alicante, 1987. Escribe noticias desde que tiene uso de razón. Ha trabajado en radio, prensa escrita y televisión en medios como Radio Intereconomía, El Toro TV y Okdiario. Siempre en los últimos reductos de la libertad de expresión.
Alicante, 1987. Escribe noticias desde que tiene uso de razón. Ha trabajado en radio, prensa escrita y televisión en medios como Radio Intereconomía, El Toro TV y Okdiario. Siempre en los últimos reductos de la libertad de expresión.

La stronza de la Intxaurrondo

30 de mayo de 2024

Que todo está mal en España en las últimas décadas lo demuestra que de aquel día de mayo de 1989 en que José María Ruiz-Mateos quiso pegar a Miguel Boyer se hiciera famosa la frase «¡que te pego, leche!». Instantes antes, el empresario le había dedicado al socialista otra mucho mejor, previa a llamarle «malvado» —valga la redundancia con lo de socialista y malvado—. «Peleemos como machos y como hombres», dijo. Boyer por supuesto no peleó con él como macho ni como hombre. Sólo se llevó un golpecín sin la categoría de puñetazo. Buenos son los socialistas para hacer algo así. Expropiar a alguien sus empresas para regalárselas a sus amigos, sí. Robar vía contratos públicos o ERES, sí. Dar la cara, no. Nunca. Jamás. No tengo la sensación de que el fallecido Ruiz-Mateos fuera la persona más íntegra de España, pero seguro que en comparación a Boyer, Felipe González y el resto de aquellos gobiernos del presunto PSOE bueno, que en realidad eran los del GAL, estaba para canonizar.

En serio. La frase me parece sensacional. No encuentro la explicación a que no sea lo más recordado de todo aquel acontecimiento. Es verdad que en el vídeo, histórico, se escucha más bajo que lo otro, pero aun así. Tiene musicalidad, y la dice con un acento extraño, sobre todo en la «l», casi italiano. Con una fuerza que ni la presidente italiana diciéndole a un señor que se parece a Fernando Ónega y que la había insultado «Presidente De Luca, la stronza de la Meloni, ¿cómo está?».

Stronzo es un insulto italiano que se traduce por ‘cabrón’ o ‘gilipollas’. Aquí en España también tenemos una stronza que quiere que nos quedemos con lo que no es histórico. Así, tras saberse este martes que cuando Pedro Sánchez nos escribió la cutre-carta a la ciudadanía ya conocía la imputación de Begoña, ella tuiteó contra Feijoo. Porque no nos cobra más de medio millón al año por nada. «Con el sumario aún secreto, parece que Feijoo ya conocía detalles que otros descubrimos hoy, como que ella podía acudir acompañada de abogado si lo veía conveniente. Esto es del miércoles pasado», escribía. Junto a un vídeo en el que el líder del PP preguntaba que «¿cuándo a alguien se le ofrece la posibilidad de comparecer con abogado en unas diligencias secretas, en calidad de qué se cita?». ‘Cabrón’ es, según la RAE, «canalla, malo, malintencionado, malévolo, pérfido, cabrito». Teniendo que destacar algo fundamental (Sánchez mintió al Rey y a los españoles), la mala periodista destaca el «que te pego, leche». Lo anecdótico. Así que sí, una stronza, al menos en una de sus acepciones. Y si quedan dudas, se puede consultar su entrevista al fundador de ETA Julen Madariaga.

En la otra acepción seguramente también lo es. Muy inteligente no parece, con su hilo inventándose directamente lo que significa «desde el río hasta el mar», para tapar las vergüenzas a Yolanda Díaz. Ahora, lista sí. Que no es lo mismo. O listilla. La listilla ha decidido hacerse millonaria a nuestra costa de aquí al fin de la legislatura. Por si acaso luego fuera purgada —algo que seguramente no deba temer, sabiendo que estuvo contratada y cobrando muy bien en Telemadrid—. Y está entregada a ello en cuerpo, —cartucheras incluidas—, y alma.

Si tuviera un mínimo de decencia fingiría un poco de desconcierto ante las últimas noticias. Pero es que ni eso le parece ya necesario tras el manifiesto con Rosa Villacastín y Maruja Torres defendiendo a Pedro como si fuera Pilar Alegría o Patxi López. Reconozco que yo hasta esta semana no sabía lo que significaba stronzo. Creía que Hombres G decían en Venezia que eran unos estrechos «di merda». Ahora, siempre que se lo oiga decir a ‘la Meloni’ no me acordaré de mi grupo favorito, sino de la canalla, mala y malintencionada de Intxaurrondo.

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