Católicos y vida pública… Ubi sunt? Pues, de momento, el padre Ángel, en segunda fila del cuadragésimo primer congreso federal del partido socialista celebrado el pasado fin de semana en Sevilla. Dios está en los márgenes, según nos recuerda interesadamente el catolicismo vuelta y vuelta, y el mensajero de la paz parece saberlo. Lo mismo aparece en papel prensa que en el couché; al lado de Tamara Falcó que detrás de Pedro Sánchez y Begoña Gómez en una foto que esta última calificaría «de impacto». La instantánea que reproducen estos días la mayoría de diarios digitales recuerda a aquel fotograma viral de la cena de Bertín Osborne con un conocido comunicador radiofónico, influencer de la derecha ayusil. Hay planos y estaturas que juegan malas pasadas.
Si durante la santa Transición se «tomaba conciencia», hoy está de moda practicar el «coraje del matiz». Así que el padre Ángel se armó de valor, se vistió de colorao y se adentró en territorio comanche. Haciendo de tripas (barrita) corazón, el sacerdote ocupó un lugar destacado en la ceremonia onanista del partido que más religiosos se ha cepillado desde que los liberales clásicos apiolaran a casi un centenar de frailes en 1834. Todo esto antes de Suresnes, claro. Después, cuando el PSOE se convirtió en el partido del extranjero, sin dejar completamente el negociado del asesinato, bordaron el del latrocinio. Pelillos a la mar, debió pensar el cura-oenegé. Mientras que los sacerdotes obreristas de los 70 cambiaron la sotana por los aperos y las vestimentas de jornalero, el padre Ángel ha hecho del traje y la corbata roja, del canapé y el sarao fotografiable por ¡Hola! su seña de identidad.
El octogenario filántropo recibió hace unos meses de manos del Grupo Federal Cristianos Socialistas el Premio Fernando de los Ríos por su incansable trabajo para difundir un mensaje de solidaridad, igualdad y fraternidad en España. Si una fuera conspiranoica pensaría que el galardón huele discretamente a mandil, y más viniendo de quien viene. Pero como no lo soy (lo que comunico a efectos de no aparecer denunciada —otra vez— en algún oscuro blog de la boomerstaffel), correremos un tupido velo, algo que se adapta de maravilla a ese ambiente fraternal. Según cuenta la página web del PSOE, entre los valores que inspiran el ágape destacan los que contribuyen a tender puentes en la sociedad. Los católicos mandamos a un cura estrafalario a los socialistas y los socialistas nos devuelven intelectuales orgánicos a cambio. No sé quién sale perdiendo.
En otra web, esta vez la de Mensajeros de la Paz, se nos informa claramente del pasaje del Evangelio elegido como carisma para el «grupo social de organizaciones» fundado por el padre Ángel. Les doy una pista: su apóstol es José Manuel García-Margallo, de la estirpe del PP. Al final era verdad su capacidad para tender puentes a diestro y siniestro. Efectivamente, desde 2020, el entramado de asociaciones del pater se alineó con los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 y ya ha conseguido «implementar» los diecisiete.
Desconozco si el sacerdote de la parroquia de san Antón se quedó hasta el final del congreso socialista o si comulgaba con el culto al líder que rendía un auditorio a oscuras iluminado como un burdel de carretera. Pero miren, si me dicen que se quitó la bufanda roja y la agitó como un hincha del Atleti mientras sonaba La Internacional, me lo creo.