«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La moción de censura

17 de julio de 2013

Ha dicho el secretario General del PSOE que si Rajoy no comparece en el Congreso, con ocasión de la tormenta desencadenada por el Sr. Bárcenas, presentará una moción de censura. Hasta donde yo sé, nuestra Constitución establece que las mociones de censura tienen que tener un carácter constructivo; dicho en lenguaje llano, quien la presenta debe ofrecerse como alternativa de Gobierno y llevar un programa concreto, precisamente para gobernar. Por tanto, si el propósito de la moción de censura es exclusivamente lograr que el Sr. Rajoy se vea obligado a hablar sobre los papeles de Bárcenas, así dicho esa moción de censura sería en sí misma un fraude no ya de ley, sino de la Constitución. Pero es que, además, si el Sr. Rubalcaba pretendiera que, en el fragor del debate de la moción, el Sr. Rajoy y el Grupo Popular tuvieran que hablar de los papeles de Bárcenas, lo más que probable es que el Sr. Rajoy pudiera ganarle por la mano y, además de poner de manifiesto el fraude antes aludido, negarse por supuesto a que el asunto de los dichosos papeles formase parte de dicho debate, y centrarse más aún –eso sí– en la fuerte corrupción de los ERE de Andalucía, en la esquizofrenia del PSOE con su corresponsal Partit dels Socialistes de Catalunya y, en suma, respecto de la debilidad del propio Secretario General del PSOE y del desbarajuste interno que arrastra ese partido, que sólo ha abierto proceso de primarias en Andalucía porque el presidente Griñán se sabe próximo a la imputación. Es evidente que los papeles de Bárcenas han dado de momento mucho que hablar en el plano político; sin embargo, sobre su trascendencia judicial está todo por verse aún. Sin querer prejuzgar ni ser más avispado que nadie, en cuanto a esa trascendencia judicial habrá que estar a un análisis más detenido de toda esa documentación que el que pudimos hacer el lunes a vuela pluma durante una declaración prolija, compleja y no muy ordenada. De hecho, escribiendo esto, parece que será en el día de hoy cuando se nos facilite a las partes esa documentación, sin perjuicio de la que ya alguna publicación ha dispuesto por razones ajenas al proceso. No creo, pese a ello, que vaya a existir un aluvión de diligencias procesales en los días inmediatos y sí, por el contrario, estoy convencido de que el presidente Rajoy y el Partido Popular van a negar todo aquello que haya dicho el Sr. Bárcenas, no porque lo dicho tenga mucha trascendencia judicial a su juicio, sino porque, de momento, lo que ven es mucha parafernalia política, y ésa, con agosto de por medio, puede llegar al otoño ciertamente amortiguada.Por todo lo dicho, yo prefiero mantenerme en una prudente espera, que es la mejor forma de guardar el rigor imprescindible en este tipo de asuntos. Señor Rubalcaba, algunas mociones las carga el diablo.

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