Las arañas no tejen siempre la misma tela, aunque parezcan iguales. Cada una está adaptada al entorno en el que se ubica.
Su tamaño y la distancia entre sus hilos depende del tipo de insectos que habiten la zona. De esta forma, optimizan su resultado.
Las empresas también pueden diseñar su oferta y orientar su modelo de negocio dependiendo de los gustos y preferencias de sus clientes, pero muy pocas lo hacen.
La metodología lean nos da las claves para abrir la puerta a nuestros clientes. Se trata de planificar menos y experimentar más.
Las empresas nadan en un mar de hipótesis, y en demasiadas ocasiones deciden poner en marcha iniciativas que no tienen ningún futuro por encontrarse lejos de lo que quieren sus clientes.
Escuchar a los clientes y hacerles caso es la única forma de reducir los riesgos de fracasar al mínimo, pero aún así, inexplicablemente, no lo hacen.
Los emprendedores se encierran a elaborar sesudos planes de negocio sin ni siquiera levantar un teléfono y llamar a sus posibles clientes. La gran mayoría de esos planes de negocio nunca se cumplen.
Tener hipótesis es tener dudas y la única forma de aclararlas es preguntar. Con las redes sociales, no es ni necesario hacer preguntas, los propios clientes, usuarios o proveedores se adelantan ofreciéndonos toneladas de información de valor incalculable. Y, ¿qué se hace con esa información? pues dejar que el personal menos cualificado, peor pagado y menos motivado tenga acceso a ella y la archive o ignore convenientemente para que no moleste.
¿Cuántas veces al terminar de comer en un restaurante se ha acercado el dueño a preguntarte en qué podrían mejorar? A mi, ninguna. Si lo hubiesen hecho, eso sería lean.
Las empresas más punteras como Tesla, el fabricante de coches eléctricos utiliza infinidad de técnicas lean . Conclusión; cuando sus vehículos salen al mercado ya tienen una demanda garantizada. Sus clientes han participado en el proceso de toma de decisiones. Todo tipo de decisiones.
Y si en el camino las opiniones de los clientes cambiasen, no importa. Las técnicas lean abren multitud de canales para que esas preferencias sean expresadas en tiempo real. Así lo hace la empresa israelita Webydo. Son los usuarios de su plataforma los que deciden por votación cuales van a ser los próximos desarrollos de su herramienta online para construir webs profesionales. ¿Por encima de la opinión de su director técnico? Sí señor.
Los directivos siguen mandando mucho, demasiado. Los clientes muy poco, nada.
Si deseas profundizar en las técnicas lean, aquí tienes un enlace: http://theleanstartup.com/
@sixtoarias