«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Las persecuciones de antorcha

19 de octubre de 2015

El ser humano es incongruente por naturaleza. Nuestra vida se caracteriza por la constante divergencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Somos maestros en el arte de ver en los demás las deficiencias en este campo, sin pararnos a pensar que seguramente nosotros lo hacemos peor. Los españoles en particular somos expertos en la mofa y la crítica del comportamiento ajeno. Revelamos “nuestra nobleza” haciéndonos el haraquiri cuando alguien no cumple con lo que dijo, y no dudamos en sacar el dedo acusador para juzgar las actitudes del que tenemos al lado. Todo ello sin el menor rubor y sin tener en cuenta los propios muertos bajo la alfombra. Esos que muchas veces pateamos mirando al tendido intentando disimular nuestra propia miseria. 

La política, como actividad inherente al hombre, no es ajena a todo ello. Más aún si de lo que se trata es de llevárselo crudo o de intentar capear el frío otro cuadrienio. Total, estos son mis principios, si no le gustan tengo otros. Con menos desparpajo que Groucho pero así vienen a decir. La descomposición de UPyD va a imposibilitar mantener saciados determinado número de estómagos y quien más quien menos, sobre todo si se pierde la posibilidad de ser candidata a la presidencia del gobierno frente al pupilo de la jefa, va haciendo el petate en busca de otras formaciones que garanticen el sustento otra legislatura. Hay que negociar bien, que la cosa está muy mal, porque no ir en los primeros puestos de las listas puede suponer no acariciar cuero y moqueta. Es el momento de los fichajes estrella. Los partidos se ponen las pilas y delegan en sus “ojeadores” la búsqueda de personajes con tirón entre sus simpatizantes para intentar ganar las elecciones. Todos son bienvenidos: empresarios de renombre, laureados deportistas, docentes de reconocido prestigio…y hasta ex militares tocadas por el infortunio.

Hace tiempo que estoy fuera del juego electoral, por tanto lo que cada formación haga en su casa es su propio problema, pero nunca he creído en los lavados de cara modo plañidero ni en las incorporaciones galácticas que, por cierto, suelen ser de ida y vuelta. Como muestra Pizarro, Garzón, Puigcorbé, Marta Domínguez, Teresa Zabel, Toni Cantó, Rosa Aguilar… entiéndase juntos pero no revueltos pues esta lista es del todo heterogénea y muy injusta.

No van a servir estas líneas para hacer leña del árbol caído ni azotar la extravagancia del contrasentido. ¿O es que a ninguno de ustedes le cogieron nunca en un renuncio?. Basten únicamente como reflexión acerca de la práctica consuetudinaria basada en el despropósito de lo incomprensible. Muchas de las decisiones que adoptamos en nuestra vida, resultando inexplicables para el común de los mortales, tienen las más de las veces reveladoras explicaciones. No más allá de razonamientos pueriles que mucho tienen que ver con la mezquindad de que estamos hechos. Después de todo, ¿dónde está nuestra libertad para hacer saltar por los aires lo que un día consideramos del revés?. Seguimos practicando la persecución de antorcha. Las conductas excéntricas no nos deben perturbar más que cuando las refrendamos. Probemos a aplicar la inteligencia.

Mientras, seguimos siendo rehenes de nuestras circunstancias pero sobre todo de lo que decimos. Quizá sería bueno practicar el silencio en tantas ocasiones y que todo quede de puertas para adentro, aunque sólo sea por eso que nos enseñaron a algunos cogitationis poenam nemo patitur (los pensamientos no delinquen).

Más información sobre el autor en su cuenta de Twitter y en su blog personal.

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