«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Iván Vélez (Cuenca, España, 1972). Arquitecto e investigador asociado de la Fundación Gustavo Bueno. Autor, entre otros, de los libros: Sobre la Leyenda Negra, El mito de Cortés, La conquista de México, Nuestro hombre en la CIA y Torquemada. El gran inquisidor. Además de publicar artículos en la prensa española y en revistas especializadas, ha participado en congresos de Filosofía e Historia.
Iván Vélez (Cuenca, España, 1972). Arquitecto e investigador asociado de la Fundación Gustavo Bueno. Autor, entre otros, de los libros: Sobre la Leyenda Negra, El mito de Cortés, La conquista de México, Nuestro hombre en la CIA y Torquemada. El gran inquisidor. Además de publicar artículos en la prensa española y en revistas especializadas, ha participado en congresos de Filosofía e Historia.

¿Por qué nos odian tanto?

26 de mayo de 2025

La semana pasada, Francisco Javier Patxi López, secretario de Política Federal del PSOE y portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, se hacía esta pregunta ante el conjunto de periodistas afines que dan cobertura a las ruedas de prensa de los representantes de la empresa radicada en Ferraz. «¿Por qué nos odian tanto?», decía sin aclarar quién es el sujeto odiador, mientras señalaba, sin mentarlo, a un enemigo imaginario: «la ultraderecha». Haciendo gala de un tono victimista, López, que en su día presidió la Comunidad Autónoma Vasca gracias al apoyo del PP y de UPyD, se dolía de que su partido se hubiera convertido en «el enemigo a batir por cualquier medio y de cualquier manera». La respuesta a tan teatrales interrogantes es, sin embargo, bastante sencilla.

Por lo que respecta a su figura, a la del propio López, basta recordar las palabras que le dirigió en su día la madre del socialista Joseba Pagazaurtundúa, víctima e ETA: «Quien pacta con traidores es un traidor». Quienes ignoren el motivo de esas declaraciones, pues el mismo PSOE que ofrece en sus medios la dosis diaria de antifranquismo post mortem, despliega un manto de olvido sobre la banda terrorista ETA, han de saber que esas palabras se hicieron en el contexto de las negociaciones que Zapatero mantenía con los del hacha y la serpiente. Hoy, los objetivos etarras se canalizan a través del socio más fiable del Gobierno de Sánchez: EHBildu, cuya portavoz Maite Aizpurúa, fue condenada por apología del terrorismo.

El PSOE es también quien ha impulsado los indultos a los golpistas catalanes. Es el partido que, en presencia de un relator internacional, se sienta en el corazón de Europa para negociar, es decir, asumir las exigencias de Puigdemont, del que Sánchez dijo que traería a España para ser juzgado y al que ahora se trata, por todos los medios, de aplicarle una amnistía confeccionada a medida, que le permita regresar a Cataluña para seguir dañando a España. Si los escándalos que rodean al Presidente hieden, el trato dado al golpismo catalán supone el más alto grado de corrupción política imaginable, pues reactiva el proceso secesionista que ataca lo común: la nación.

Por seguir con esta morosa relación de los motivos por los cuales López derrama lágrimas de cocodrilo, podríamos aludir a las prometidas y nunca construidas 140.000 viviendas, o, aunque el Gobierno ha tratado de desviar toda la responsabilidad hacia Unidas Podemos, los efectos de la aprobación de la Ley del sólo sí es sí, que tanto ha beneficiado a delincuentes sexuales, y que se aprobó con el feminista Sánchez a la cabeza del Ejecutivo. «¿Por qué nos odian tanto?», se pregunta cínicamente López, portavoz de un Gobierno que en 2023 anunció la construcción de un «muro de democracia, de convivencia y de tolerancia», es decir, de sectarismo, frente al seguidista y dócil PP y a VOX, al que sus innumerables propagandistas demonizan. Sánchez transita por la senda abierta por el rehabilitado Zapatero, aquel que decía que le convenía un poco de tensión. El mismo que propició una fractura de la sociedad española que Sánchez mantiene, aupado sobre un majano de mentiras y compra de voluntades.

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