El caso de la familia Pujol está retratando una vez más a nuestro nauseabundo sistema político (y económico).
¿Algún español cree que el PP-PSOE desea que la opinión pública española conozca las conexiones político-económicas de los Pujol? ¿Y las corruptelas diseñadas por esta familia para conformar un entramado institucional que les ha permitido enriquecerse de forma supuestamente ilícita?
¿El Gobierno y la oposición pondrán trabas a la Justicia al objeto que nuestro pseudo Estado de Derecho sea benévolo con los Pujol? No olvidemos que se trata de la familia de un político (la casta es la casta). Además, Jordi Pujol podría poseer información comprometedora en relación a los dos principales partidos políticos españoles. Al Gobierno le basta con que el caso Puyol pueda frenar la corriente separatista.
¿El PP catalán y el PSC podrían estar conectados a determinados escándalos de la familia Pujol? ¿Y el PP y el PSOE a nivel nacional? La mejor fórmula para que un caso de corrupción no se investigue o, al menos, pase de largo para la Justicia es implicar en el mismo a los partidos políticos más importantes.
¿Cuántos pactos y promesas se han cruzado el PP-PSOE y CiU en las últimas tres décadas? Recordemos que Puyol fue presidente de la Generalitat desde 1980 hasta 2003. Aunque la siniestra sombra política del máximo valedor del independentismo catalán ha permanecido presente tanto con el Tripartito en el poder, durante el periodo 2003-2010, como en la vuelta de CiU y de su sucesor Arturo Más a la presidencia de la autonomía catalana en 2010.
¿Es posible que el PP-PSOE conociera los supuestos actos delictivos de Puyol desde el caso Banca Catalana? Los españoles no tienen dudas al respecto. Igualmente y tal como ha sucedido en otros muchos casos relacionados con la corrupción política, los partidos tradicionales y, de momento, mayoritarios, harán todo lo posible para tapar este escándalo en la medida de lo posible.
Destapar en su totalidad las desvergüenzas de la familia Pujol significaría descubrir la forma en la que se los políticos hacen negocios en España.
La peligrosa asociación entre economía y política y la confusión de la “cosa pública” con la Cosa Nostra es la clave que explica las razones por las que nuestro país tiene instalado un modelo político-económico parasitario y clientelar. Este sistema, implantado en España por el PP-PSOE, empobrece a los ciudadanos y a las empresas que se encuentren fuera del círculo de los partidos políticos.
Podemos se ha querellado contra Pujol y su esposa. ¿Por qué no ha tomado la iniciativa, en este sentido, el PP-PSOE? Sin duda, la formación liderada por Pablo Iglesias está aprovechando sus oportunidades, máxime, en cuestiones de imagen corporativa.
Mientras tanto, el PP-PSOE no reacciona, tanto en cuanto estos dos partidos se han dedicado durante más de 30 años a taparse las corruptelas mutuamente. Es obvio que CiU también forma parte del “chiringuito”.
La corrupción, sobre todo, del PP-PSOE, pero también la referente a los sindicatos de clase, CiU, IU, etc., en definitiva, la podredumbre de nuestro sistema está allanando el camino a Podemos y a su falso mensaje regenerador.
¿Podría formarse un nuevo bipartidismo PP-Podemos? Millones de españoles miran hacia la izquierda, sin aprender nada del pasado. Por un lado, la ultraizquierda radical de Podemos (o un nuevo Frente Popular). Por el otro, el nuevo socialismo, que explota a los débiles, del PP.
Los españoles tenemos un grave problema. Y la única conclusión que podemos extraer es la relativa a que se ha impuesto una nueva lucha de clases en España: la casta político-sindical y la élite financiera contra las familias, las pymes, los autónomos y los más desfavorecidos de la sociedad.