Ya lo dijo Rubalcaba. «Conozco el argumento: vamos a sentarnos con ellos y acabarán siendo buenos. Pero oiga, cabe la posibilidad de sentarse con ellos y acabar siendo malos. Y que no te hagan caso. Yo le dije esto a él (a Sánchez) y dejó de hablarme».
Ha resultado enternecedor leer estos días a toda la troupe sociata que salía a coro para jalear al jefe Sánchez justo cuando este decide los puestos en las listas y por tanto su futuro. No sólo loan al líder supremo: lamentan el maltrato que sufre por una sociedad española que le ataca y unos medios que practican «auténtico terrorismo informativo». Terrorismo informativo, terrorismo machista, ecoterrorismo… «Terrorismo» vale para todo menos para referirse a Otegui y los suyos.
La última de los bilduetarras es para troncharse: se les colaron los asesinos en las listas. Fue sin querer. Nadie en la cúpula de Bildu se dio cuenta de los cuarenta y tantos etarras y las siete alimañas con delitos de sangre. Vaya por Dios. Esta semana homenajeaban al primer asesino etarra. Angelitos.
Sánchez, el tipo que se alió con los criminales de Bildu o los golpistas de Cataluña, el que amenazó a Rivera en sede parlamentaria cuando Albert le sacó la tesis, el que nos llamaba ultraderechistas, toca a rebato para que sus fieles denuncien un supuesto maltrato que nos toque el corazoncito.
Comienzas la semana haciendo pucheritos por cómo tratan al probe Pedro y en tres dias estás llamando «judío nazi» a un dirigente del PP. La fábula del escorpión. Es su carácter. Y carácter es destino, que decían los griegos. Las imposturas, ya se sabe. Cuesta sujetarlas. Suenan más de veras los Ábalos, los Zaragoza, los Elorza, Calvo o Lastra, por citar a algunos de sus principales cabestros. Ha durado poco en cualquier caso. Llegado el momento de las listas el gallinero está revolucionado. Se acuchillan entre ellos. Con la comida no se juega.
Podemos sigue señalando a civiles. Una anomalía a la que parece que nos hemos acostumbrado. Ahora le tocó a Pitingo, que anunciaba que volaría desde Punta Cana para votar, presumiblemente contra ellos. Bien por Pitingo. Votar es un acto de de responsabilidad cívica… sólo si votas a la izquierda. De mí se reía el mismo diputado, el de las melenas, el que presentó ufano a una condenada por asesinato en sus listas, de mí se reía, digo, cuando, meses después de dejar la política, me quedé sin un trabajo. Hay que ser miserable. Se reía de mí, que le pago el sueldo. Es otra de las razones que me hacen gozar del espectáculo fratricida de estos días. Sumar y Podemos. Qué gustazo. La sororidad entre hermanas. El piolet de las listas, el gulag del olvido y la vuelta al tajo. Irene, otra que señala, condenada por llamar maltratador a un inocente, deberá pagar 18.000 del ala. El mismo día que se queda sin escaño. Qué pérdida. Irene y Echenique. Lo mejor de la extrema izquierda para acabar con la extrema izquierda.
Estos son sus socios. Pero en el PSOE dicen que Pedro es un hombre honrado… Van listos. Nos esperan unas semanas de escándalo. Pedro pudo elegir. Y decidió que con Rivera no. Prefirió Podemos. Se sentó con ellos, gobernó a su lado. Y acabó siendo igual de malo.