«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Socio-Director de Eurogroup Human Resources.Orgulloso de colaborar con Intereconomía desde abril de 2012."""
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PSOE y C’s, ¿unidos por la reforma constitucional y el federalismo?

15 de octubre de 2015

En el entorno empresarial, el término joint venture se identifica con una alianza estratégica que adoptan dos o más compañías al objeto de retroalimentarse a través de una mutua aportación de valor. Y todo ello, con el objetivo de alcanzar conjuntamente mejores resultados de negocio, reposicionarse en el mercado, reducir costes, aumentar su valor de capitalización bursátil, blindarse ante posibles absorciones, etc.    

Y en el mundo de la política, también se producen alianzas estratégicas entre distintas formaciones políticas. No obstante, en la mayoría de las ocasiones, estas coaliciones entre partidos persiguen lograr el mejor resultado electoral posible para alcanzar el poder, independientemente que puedan existir también aspectos comunes de tipo ideológico, conceptuales, etc. Tanto es así, que en el supuesto caso que Podemos siga bajando en intención de voto, el PSOE podría alejarse de esta formación ultraizquierdista y antisistema y, consecuentemente, desintegrar el Frente Popular. 

En este sentido y de forma alternativa, el partido socialista podría apoyarse electoralmente en Ciudadanos al objeto de intentar formar un gobierno conjuntamente tras las próximas elecciones generales. 

Máxime, considerando que el PSOE y Ciudadanos tienen más semejanzas que diferencias, de hecho y en virtud del factor ideológico, ambas formaciones estarían supuestamente posicionadas en el espectro político de centro izquierda. 

Aunque el partido socialista haya sido capaz de radicalizarse hasta el extremo y, por tanto, “podemizarse” para asaltar el poder en numerosos municipios y autonomías. Y Ciudadanos haya pactado tanto con el PSOE como con el PP a tal efecto. De todas formas y ciertamente, el partido de Albert Rivera se autoproclama “de izquierdas” en su web corporativa, a pesar de que estratégica y contradictoriamente siga sin encuadrar su discurso en ningún espectro político.

Y, además, estos dos partidos poseen un potente nexo de unión, y este no es otro que el “similar enfoque” que mantienen ambos respecto a la necesidad de reformar la Constitución y en relación al concepto de Estado Federal.  

Tanto en cuanto, en la actualidad se trata de dos asuntos transcendentales e interrelacionados. Sobre todo, teniendo en cuenta que el mayor error de la Constitución del 78 fue la configuración del Estado de las autonomías. Y en relación a ello,  la   reforma constitucional que estas dos formaciones proclaman estaría encaminada a modificar el actual diseño de nuestro modelo territorial de Estado.

De tal modo que el PSOE aboga por un “Estado federal asimétrico”, un supuesto modelo estatal que carece de planificación y diseño, debido a que  ni siquiera los propios dirigentes del partido socialista conocen el significado de este concepto. Y Ciudadanos defiende un “Estado federal menos irregular”, si bien y abundando en su permanente indefinición, esta formación no concreta las claves en relación a su particular concepto de federalismo. 

Pero considerando que las autonomías, en función de la descentralización administrativa y la progresiva cesión de competencias, se han convertido en verdaderas taifas, prácticamente independientes en muchas áreas gerenciales, ¿cuál es la verdadera razón que impulsa a estas dos formaciones políticas para defender un modelo de Estado federal?   

Porque a largo plazo y conociendo la incompetencia y el escaso sentido de Estado de la casta política española, el modelo federal podría convertir a las autonomías en 17 Estados completamente independientes y, en consecuencia, este arquetipo territorial supondría la autodestrucción de España como nación.  

¿Queremos modificar la Carta Magna para arreglar sus deficiencias o con el objetivo de destruir España? 

¿Y los españoles que defienden un Estado unitario (y la devolución de las competencias para evitar el despilfarro autonómico y la corrupción política institucionalizada en las autonomías), no tienen voz ni voto? 

Defender un Estado federal, sea este asimétrico o regular, no es defender la unidad de España.

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