Todo comenzó con una reunión de padres el dĆa que empezaba el curso en la Escuela Infantil, la profesora explicó en quĆ© consistirĆa el curso, los padres escuchĆ”bamos atentos y al final llegó laĀ sorpresaĀ en forma de supresión⦠la frase literal fue āy bueno, este aƱo no se celebrarĆ” ni el dĆa del padre ni el dĆa de la madre, es una decisión que ha tomado la dirección porque es lo que se estĆ” haciendo con el tema de la igualdad y la ley y bueno, pues ahora se celebrarĆ” el dĆa de la familia, asĆ los nuevos tipos de familia pues no se sienten discriminadosā.
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De todos los padres que allĆ estĆ”bamos solamente se me ocurrió levantar la mano a mĆ y decir que no entendĆa esa decisión y que por favor constase mi oposición a tal medida. La profesora me acercó un pĆ”rrafo de lo que parecĆa un texto literal de una Ley y me dijo que era algo ācomo que venĆa de arribaā, es decir de la ConsejerĆa de Educación. Ante mis palabras, otros padres manifestaron su discrepancia con esa medida tambiĆ©n, pero la sangre no llegó al rĆo, todos tragaron con el atropello a la infancia y a la familia, aquĆ paz y despuĆ©s gloria.
Nada mĆ”s salir de la Escuela (lo que es una guarderĆa de toda lavida, pero que ahora se llama Escuela porque les dan inglĆ©s, entre otras cosas) decidĆ poner un tuit al Consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Don Rafael Van Grieken, preguntĆ”ndole si desde la ConsejerĆa se habĆa indicado a los centros escolares que quitasen el dĆa del padre y de la madre, a lo que amablemente me contestó āBuenas tardes: le confirmo que no hemos dado ninguna instrucción en ese sentido desde la ConsejerĆa de Educación. Un saludo.ā.Ā Es decir, aquĆ hay mĆ”s papistas que elĀ Papa, hay gente que aventura lo que la Ley dice y por su cuenta y riesgo, imponen a los demĆ”s (sin ningĆŗn tipo de reflexión conjunta) su ideologĆa.
He preguntado aĀ amigosĀ y familiares y por lo visto se estĆ” extendiendo esta prĆ”ctica de robarnos el dĆa del padre y el dĆa de la madre, robĆ”rnoslo a los padres pero tambiĆ©n a los hijos, porque ĀæquiĆ©n no recuerda esosĀ momentosĀ en clase haciendo una manualidad para luego ir corriendo a dĆ”rsela a papĆ” o a mamĆ”?. Se empieza por el dĆa del padre y se acaba prohibiendo el bocata de tortilla porque se explota a las gallinas para que pongan huevos.
Huevos es lo que le falta a muchos para decir ābastaā, pero tarde o temprano tendrĆ”n, tendrĆ©is, que hacerlo, porque esta gente no se para con nada. Ahora argumentan que puede haber niƱos con dos padres o dos madres y claro, es un shock que ese dĆa no tengan a quiĆ©n hacerle el regalo. Por supuesto que es entendible cualquier situación, por supuesto que es entendible que si un niƱo ha perdido a su madre ese aƱo, el centro avise a los padres y se haga una reunión donde se decida suspender esa actividad. Todo es entendible, pero desde la perspectiva de lo āanecdóticoā no de lo general, es decir, la norma bĆ”sica es que el inmensamente mayoritario porcentaje de familias con padres y madres no se vea afectado por el inmensamente minoritario porcentaje de familias con dos padres o dos madres.
Las soluciones son muchas, si un niƱo tiene dos padres, pues que haga dos regalos ese dĆa, lo mismo si tiene dos madres. No es necesario cargarse el dĆa. Piensen una cosa, el niƱo sale del colegio y ve un cartel de unos grandes almacenes donde dice āFeliz dĆa del Padreā, luego llega a casa y en las noticias escucha āmuchos padres han recibido hoy los regalos de sus hijos por el dĆa del Padreā y luego aparecen los amigos de otros colegios (que no cercenan esa tradición) que dicen āa mi padre le ha gustado mucho su regaloā. Ā”QuĆ© pensarĆ” ese niƱo! pensarĆ” que el mundo estĆ” loco, o que en su colegio no se enteran de nada, o peorā¦pensarĆ” que alguien le engaƱa.
ĀæAcaso muere el dĆa del padre porque el colegio decide suprimirlo? realmente no, por mucho que quieran, no pueden influir en las mentes de los adultos. Esto es una batalla mĆ”s dentro de la gran guerra ideológica por el control de los niƱos y la supresión de las tradiciones católicas (aunque esta no lo sea) y la imposición de las ideologĆas totalitarias que abogan por que lo bueno es justamente lo que no se viene haciendo. Puestos aĀ jugarĀ a la demagogia podrĆamos decir que habrĆa que quitar de los libros de texto cualquier referencia a un padre o una madre, si hay un niƱo en el aula que tiene una familia de nuevo concepto, o ha perdido (desgraciadamente) a uno de sus progenitores. Incluso podrĆamos decir que las familias con padre y madre recojan a sus hijos por una puerta, los homosexuales por otra y las familias monoparentales por otra. Esto es una estupidez, pero Ā”oigan! tambiĆ©n lo es quitar esos dĆas y lo estĆ”n haciendo. Puestos a pensar en imponer estupideces, no hay lĆmite, podrĆamos llegar al infinito.
Yo no me resigno, no sĆ© de que servirĆ”, pero si que se que no me callarĆ”n. Y lo mismo les pido a ustedes, a vosotros, que no os callĆ©is, que os quejĆ©is, que para algo sois los tutores de los niƱos y los que tenĆ©is la obligación de darles una educación. Si en el colegio se ponen flamencos pues a los niƱos les dejĆ”is al margen, para que no les afecte a su desarrollo diario y a su interacción con el centro, pero vosotros armĆ”is laĀ rebelión en las aulasĀ y decĆs que os sentĆs discriminados, que estĆ”is siendo agredidos en vuestros derechos y copiĆ”is todos aquellos eslóganes que utilizan los que quieren imponernos su ideologĆa para que se os escuche. Creedme que al final, el que aguanta gana.