«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Biografía

La ‘renovaqué’ del PP murciano

13 de marzo de 2014

Alberto Garré es la joven promesa del PP, por designio digital de Ramón Luis Valcárcel, de los pocos que tienen claro que se irán junto a esa lumbrera de occidente llamada José Blanco, si Elena Valenciano finalmente lo permite, a “Uropa”.  El nombre del elegido por Mariano Rajoy sigue siendo un arcano, para gran mosqueo de parte del partido.

Pues bien, el actual vicepresidente del parlamento murciano será el hombre llamado a presidir, al menos hasta las elecciones autonómicas de 2015,  la comunidad de Murcia.  62 primaveras contemplan a quien compitiera, de la mano de Juan Ramón Calero, hace veinte años con su ahora padrino político y quien podría no ser candidato si finalmente el ahora consejero de Educación, Enseñanza y Empleo, Pedro Antonio Sánchez López, saliera sin cargos del juzgado. Que es lo que en realidad desearía Valcárcel, quien ve en Sánchez a su sucesor.

Garré, sin embargo, qué rápido se nos sube a la cabeza, no se descarta como cabeza de cartel electoral (¿se le ha olvidado que tiene que haber un congreso previo?). Eso sí, promete continuidad. La continuidad de los 19 años de gobierno. Su designio ha causado enorme revuelo entre unas desilusionadas filas populares en la región. Se han quedado con las ganas.  “Un horror”, en opinión de un sector de la militancia popular, que apostaba por la regeneración que representa Juan Carlos Ruiz, portavoz del grupo parlamentario en la asamblea regional, mucho más independiente.

Me susurran al oído fuentes de la dirección popular, que ellos han sido los primeros sorprendidos por la designación, máxime teniendo en cuenta su apuesta por la efebocracia (digital, eso sí), en Andalucía y País Vasco. Soraya 1 – Cospedal 1. Además, el propio Valcárcel, quien a estas horas se ha mostrado convencido de que su candidato será refrendado por el comité ejecutivo, había prometido en diciembre, estábamos navideños, un proceso sucesorio en clave de democracia interna. De esa que nada tiene que ver con la libertad política, pero que tan de moda está.

En Murcia, el PP, una vez más, ha dejado escapar la oportunidad de ofrecer a sus descontentas bases una renovación política, de personas y discurso. Se lleva la continuidad. Se lleva Montoro.

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