«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Democracia y PSOE

6 de junio de 2017

He quedado realmente asombrado del desprecio generalizado, en los medios de comunicación, hacia los procesos de primarias en los partidos políticos. Que si “las primarias las carga el diablo”, que si los votantes prefieren otra cosa que lo que eligen los afiliados, que si no es necesario darle voz a las bases.

Todo lo anterior denota la poca cultura democrática que existe en España y el poco respeto que hay hacia nuestra Constitución. En nuestra Carta Magna, en su artículo 6, se define perfectamente que el funcionamiento interno de los partidos ha de ser democrático:

Artículo 6:

Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.

La critica a la democracia

Nunca unas elecciones internas de un partido, de manera trasparente, deberían ser objeto de una crítica tan feroz por el hecho de dejar hablar a las bases, independientemente de que te guste o no el candidato, a no ser que no se crea ni en la Constitución, ni en la democracia.

Si alguien no cree en la democracia que lo diga, está en su derecho, pero que no nos vendan el interés general para despreciar la Constitución.

El PSOE ha actuado de manera correcta en esta ocasión, al menos en consonancia con nuestra Constitución, a diferencia de Podemos en sus elecciones internas que son vergonzosas y bananeras, o el PP, que asume el dedazo elegido desde grupitos desde arriba como algo democrático ignorando a las bases.

Hay gente que está muy acostumbrada a tomar las decisiones en pequeños grupillos al margen de la opinión de las bases, y eso es un error, además el argumento de que las tendencias se miden en las elecciones no vale, pues si observamos ese dato la abstención es la opción mayoritaria en las últimas convocatorias electorales, y creciendo, y, según ese dato, eso querría decir que el sistema este acabado o agotado.

La tendencia debe ser transparencia y democratización en los partidos, de otra manera la corrupción, el nepotismo y la partidocracia seguirán imperando en nuestro país. Cuanto más verdad más libertad.

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