«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Siempre fue Rosa

17 de octubre de 2014

 Dicen quienes la conocen que, desde la irrupción en escena de Podemos, de quien su formación es de momento la gran damnificada en tanto en cuanto ya no es la alternativa, Rosa Díez ya no es la misma. Anda triste y melancólica incluso por el salón de los pasos perdidos, acaso barruntando que su tiempo ha pasado. Ya no busca las fotos junto a los que mandan, como hacía antes, sabedora de que los gráficos siempre estaban atentos a un gesto suyo.Eso sí, sigue sin permitir que nadie rechiste. En UPyD, al modo y manera que ella aprendiera en el PSOE, quien se mueve no sale en la foto.

Sosa Wagner, candidato de UPyD en las pasadas elecciones europeas celebradas antes del verano, cuando aún era el mejor y se llevaba bien con Rosa Díez, acaba de anunciar su renuncia al escaño, lo cual en un país en el que apenas nadie deja un cargo público aunque afirme estar “comido”,  es un gesto que le honra. Y es que Wagner, cuyo tirón político es inversamente proporcional a su solvencia intelectual, que es mucha, como antes tantos otros, no ha podido más.  Dice que se va de UPyD y deja el escaño porque quiere volver a ser libre. Lo extraño es que, con la cantidad de expedientes que se acumulan en los archivos de UPyD, casi ninguno resuelto porque el expedientado abandonaba el partido antes de su resolución, no se diera cuenta de los modos y maneras, que no digo yo que sean del todo desacertados, por cuanto “lademocraciainternadelospartidos” es un camelo, de los dirigentes de su formación.

Lo cierto es que la campaña que este verano desataban contra él el trío que manda desde el principio de los tiempos en UPyD, esto es, Díez, Martínez Gorriarán y José Luis Fabo, y al que se sumaba con muy mal estilo la pelota Irene Lozano, quien cree que con ella va a ser distinto como antes los creyeron tantos otros, puede acabar siendo letal para la formación magenta.

En la última encuesta de CELESTE los Ciudadanos de Albert Rivera, histórica e histéricamente rechazados por la lideresa que no dejó su escaño en el PSOE hasta tener preparado el salto a otra formación y previa destrucción del movimiento cívico Basta Ya, aparecen ya por encima de UPyD. Pasito a pasito, con rigor, seriedad y solvencia, los naranjas, quienes hace unos años casi suplicaban un acuerdo con los magentas –eran los tiempos en que muchos analistas daban por finiquitado a Ciudadanos después de las broncas internas-, han ido dándole la vuelta a la tortilla.

 

Rivera representa la regeneración, la nueva política. Díez la reJEJEJEneración, la vieja política.

.
Fondo newsletter