El economista peruano Hernando de Soto, presidente del Instituto Libertad y Democracia, es conocido mundialmente por su trabajo académico sobre la economía informal y por ser defensor de los derechos de la propiedad.
El señor de Soto, excandidato presidencial de Avanza País, es percibido por los peruanos -políticamente hablando- como un hombre de centro, característica que podría significar que se convirtiera en el fiel de la balanza en un Perú polarizado, pudiendo él contribuir a que la nación inca, no caiga en el comunismo que arroja pobreza y miseria donde se instala –como ha quedado demostrado en la historia pasada y contemporánea–.
El próximo 6 de junio se llevará a cabo la segunda vuelta presidencial en Perú. Las opciones no podrían ser más contrapuestas. Por una parte, se encuentra el candidato Pedro Castillo, cuyo partido, Perú Libre, tiene como plan de gobierno convertir al Perú en otra Cuba o en una nueva Venezuela. Por la otra, Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, quien ha reiterado muchas veces que no seguirá el modelo autoritario de su padre, sin embargo, existe cierto temor en el electorado respecto al regreso del fujimorismo.
En este contexto, el afamado escritor Mario Vargas Llosa llamó a sus compatriotas a votar por Keiko Fujimori por considerarla «el mal menor» ante su rival Pedro Castillo, quien sin duda conduciría al Perú hacia el comunismo.
Hernando de Soto, por su parte, decidió escuchar las partes y sopesar los planteamientos de ambos para luego decidir. Por ello, el pasado 28 de abril, de Soto confirmó haberse reunido con Castillo y precisó que el motivo del encuentro no fue para darle su apoyo, sino «para compartir profundas preocupaciones sobre su plan de gobierno».
Esta reunión fue considerada por muchos militantes de derecha como una “traición”, dados los nexos de Castillo con el Foro de Sao Paulo. Pero en realidad, adelantaron opinión al no esperar el análisis final del excandidato de Avanza País, quien el 2 de mayo señaló que tras el debate entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori que tuvo lugar el sábado 1 de mayo en Chota, tomó la decisión de votar por Fujimori, “porque es la única manera que le vamos a ganar a largo plazo y a corto plazo al marxismo leninismo representado por Vladimir Cerrón (jefe del partido Perú Libre)”, dijo.
Así las cosas, pareciera que de Soto ha influido como ningún otro dirigente peruano en la opinión de la población, puesto que su comportamiento fue considerado objetivo y razonable y no el resultado de una tendencia ideológica. Y esto lo afirmamos porque hasta hace dos semanas, -según la empresa Datum- la distancia entre Castillo y Fujimori era de 15 puntos porcentuales. Ahora se ha acortado a tan solo cinco puntos. Castillo cayó a 41%y Fujimori avanzó a 36%, según reveló el último sondeo de Datum.
Para el analista Luis Benavente, director de la consultora Vox Populi, las distancias han disminuido tras el rechazo de la población al comunismo frente al antifujimorismo.
En Perú la ultima palabra todavía no se ha dicho.