'Ser es defenderse'
Ramiro de Maeztu
Seguimos sin financiación
Por Mario Conde
4 de mayo de 2013

No se trata de ser keynesiano ni liberal, se trata de ser realista

Existía cierta expectación ante la decisión del BCE. Barroso había cuestionado la política de austeridad “excesiva” y desde Alemania se le dijo que mejor callado. Los analistas del BCE dejaron caer que bajarían tipos, y Merkel respondió que a Alemania le convenía subirlos. Letta, el italiano, insistió en la necesidad de que Alemania ayudara a la financiación europea, y desde ese país se le dijo el conocido refrán de que cada palo aguante su vela. Para quien quiera verlo todo esto equivale a decir que en el seno de la UE las discrepancias de base comienzan a salir a la luz. Cada uno quiere velar por lo suyo y lo “europeo” como marco de referencia no deja de ser sustancialmente una apelación político- literaria. Pues bien, finalmente ha bajado los tipos medio punto, que es –dicen– lo que pedían los mercados. ¿Y qué pasa con eso? Pues casi nada desde el punto de vista real. Las pymes necesitan dinero y a precio razonable. 

Esa medida reduce el coste pero no para las pymes, sino para los prestamistas al por mayor. ¿Se obliga con ello a los bancos a prestar? No. ¿Se estimula de alguna manera los préstamos a las pymes? No. Esto es lo que ha decidido el BCE: “abrir consultas con otras instituciones europeas para adoptar iniciativas que promuevan el funcionamiento de un mercado de títulos respaldados por préstamos a empresas no financieras”. Palabras. Entonces, ¿qué eficacia real tendrá la medida? Poca. ¿Quiere eso decir que al final del día la bajada de tipos sin medidas complementarias vuelve a ser triunfo de Alemania? En cierta medida, sí. No se trata de ser keynesiano ni liberal. Se trata de ser realista sin etiquetas. Esto va mal. De aquí claro que se sale, pero, si seguimos insistiendo en lo mismo, el destrozo será mayor.

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