«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Alfonso Ussía Muñoz-Seca. Madrid 1948 Escritor. Premios. Mariano de Cavia, González-Ruano, Jaime de Foxá y Baltasar Iban. Especial Ejército, Fundación Guardia Civil y FÍES de periodismo. 53 libros. Distinciones. Gran Cruz del Mérito Naval. Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo. Medalla de Oro de Madrid. Cruz de Plata de la Guardia Civil. Entre ABC, Tiempo, Época, y La Razón, más de 20.000 artículos. Pluma de Plata y Pluma de Oro.
Alfonso Ussía Muñoz-Seca. Madrid 1948 Escritor. Premios. Mariano de Cavia, González-Ruano, Jaime de Foxá y Baltasar Iban. Especial Ejército, Fundación Guardia Civil y FÍES de periodismo. 53 libros. Distinciones. Gran Cruz del Mérito Naval. Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo. Medalla de Oro de Madrid. Cruz de Plata de la Guardia Civil. Entre ABC, Tiempo, Época, y La Razón, más de 20.000 artículos. Pluma de Plata y Pluma de Oro.

Sin sus muñecos

13 de febrero de 2022

Los altos cargos públicos no expuestos al escaparate de la popularidad se dibujan en la mente en consonancia a sus responsabilidades. Cuando se refieren los medios al Letrado Mayor del Congreso, la figuración me lleva a la imagen de un hombre mayor, de pelo cano y entradas pronunciadas, voz pausada, independencia política y alta sabiduría. Lo que siempre se ha definido como un «hombre respetable».

Con su humor seco y prodigioso, narró Indro Montanelli el motivo que llevó a un íntimo amigo de Giovanni Mosca, propietario de un restaurante en Cernobbio, a orillas del lago de Como, a renunciar a su militancia monárquica y entregarse de corazón al fascio mussoliniano. –Tenemos un Rey demasiado bajito. Los Reyes tienen que ser altos-. En efecto, el Rey Víctor Manuel era un taponcete, y cuando lo conoció personalmente, los ímpetus monárquicos del individuo en cuestión menguaron en consonancia a la estatura del Rey. Giovanni Mosca le comentó que Mussolini no era precisamente un adonis. –Los dictadores no tienen que ser altos. Los Reyes, sí-. Y al día siguiente se compró la camisa negra del fascismo italiano que hoy es prenda insustituible de las extremas izquierdas españolas, gentes del cine subvencionado y periodistas con ansias de trepar gracias al anuncio de las estrellas de la SER publicado pocos años atrás. Aquella fotografía con Iñaki Gabilondo y sus compañeros de la SER vestidos de negro nos anunció demasiadas sorpresas que se han sucedido y aumentado al cabo de los años. Ferreras se mantiene en el negro fascista, y le ha ido muy bien.

Los sentimientos y las personalidades de las personas expuestas en el guiñol y los escaparates también se manifiestan por la manera de vestir.

Es posible que me equivoque, y que don Carlos Gutiérrez sea una persona respetable y sabia. Pero el aspecto lo dice todo y nuestro Letrado Mayor del Congreso tiene cara de ventrílocuo sin muñecos

A un extraordinario y cultísimo político y académico español, José María de Areilza, Conde de Motrico, le decían en Bilbao que era «un pantalón gris» porque combinaba con todas las chaquetas. No era cierto, pero en Bilbao ponen los motes muy bien.

Hoy, mi sensibilidad ha sufrido un duro quebranto. En ABC, en la página de Álvaro Martínez, aparece fotografiado el Letrado Mayor del Congreso, el que avala todas las trampas y posibles prevaricaciones de Meritxell Batet, esa calamidad de nuestra herida democracia. Y no responde a mi imagen figurada de un Letrado Mayor del Congreso. Analizando su rostro y su risa contenida, bien podría ser un primo hermano de José Luis Moreno sin los muñecos. No aporta confianza alguna ni inspira el respeto de quien debe corregir con su sabiduría jurídica y su independencia ideológica los errores y los abusos de la presidente del Congreso de los Diputados, que a la altura que llevamos de infecciosa Legislatura aún no se ha leído el Reglamento del Congreso, entre otros motivos, porque el Letrado Mayor parece haberle recomendado que todo vale y que haga lo que le salga de los rizos, que él siempre estará dispuesto a avalar sus decisiones.

Es posible que me equivoque, y que don Carlos Gutiérrez sea una persona respetable y sabia. Pero el aspecto lo dice todo, y nuestro Letrado Mayor del Congreso tiene cara de ventrílocuo sin muñecos, siempre que no pueda ser considerado así el que se sienta en la presidencia del Congreso de los Diputados, con forma de mujer, rizos de oro, gracia ignorante y una caradura como el muñeco principal de José Luis Moreno.

Dios nos ampare.

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