Andábamos analizando los extraordinarios resultados del Frente Nacional en las elecciones locales celebradas el domingo en Francia cuando dimitía el primer ministro socialista y todo su Gobierno como consecuencia de la debacle sufrida en la convocatoria electoral que ha ganado de calle la derecha de la UMP.
En Francia parece ser que hacen así las cosas, que el Partido Socialista es derrotado en las elecciones municipales y el Gobierno socialista de la República dimite. La reacción ha sido rapidísima teniendo en cuenta cómo van las cosas de palacio. La razón está en la proximidad de otra cita electoral -las europeas del 25 de mayo- que pueden suponer el hundimiento por unos cuantos años del gran socialismo francés.
El temor a ese voto de castigo por el descrédito que los del presidente François Hollande han generado -previsiblemente mayor en la cita europea que en la local- se ha visto reforzado por los excelentes resultados que el partido de Marine Le Pen ha cosechado al lograr la alcaldía de catorce importantes municipios partiendo de cero. Esos votos refuerzan el análisis de la situación que reflejan las encuestas de cara al 25 de mayo: el 24 por ciento de los votos para la UMP, el 22 para el Partido Socialista y el 19 por ciento para el Frente Nacional. Pero hay más, un 28 por ciento de los franceses se identifica con las ideas del Frente Nacional.
Y el problema no es tanto para los socialistas, que lo es, como para la derecha francesa, que es aún mayor. La UMP está viendo cómo la extrema derecha ha dejado de asustar a los franceses, que cada vez están más de acuerdo con las propuestas políticas del partido de Le Pen frente a las de los dos grandes partidos franceses. Y eso a pesar de que el uno y otro llevan años gritando ‘que viene el coco, que viene el coco Le Pen’ y, como el tonto al loco, preguntado si ‘prefieres susto o muerte’, que ‘mejor susto’, y ha llegado el ‘buuuuuuuu’, ‘¡ay, qué susto!’…‘pues haber elegido muerte’. Pues no, los franceses han dicho que prefieren susto, que no da tanto miedo como la muerte.