«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Actor. Cine, teatro y televisión. Fue diputado en el Congreso de los Diputados y jefe de grupo en las Cortes Valencianas. Actualmente trabaja en 7NN. Dirige y presenta 'ConToni' los sábados por la noche.
Actor. Cine, teatro y televisión. Fue diputado en el Congreso de los Diputados y jefe de grupo en las Cortes Valencianas. Actualmente trabaja en 7NN. Dirige y presenta 'ConToni' los sábados por la noche.

Trump trae de vuelta la biología

26 de enero de 2025

En Estados Unidos vuelve la cordura. Y eso vuelve locos a los progres europeos. Regresa la ciencia, la biología. Los dos géneros. Se abandona esa especie de terraplanismo de género en el que todo era posible. Dicen que todo lo que sucede en Estados Unidos acaba llegando a Europa. Ojalá. Habrá un día en que veremos las barbaridades de comienzos del siglo XXI, las chorradas de nuevo rico que nos hemos permitido, y nos llevaremos las manos  a la cabeza.

Abuelo — puede que me pregunten — ¿es cierto que hubo una época en la que se decía que existían más de treinta géneros distintos? Sí, cariño. En España, para aprobar las oposiciones a policía, tenías que aprenderte 37. Había de todo. Y podías pasar de una a otra sin problema. Se permitía operar y hormonar a los niños de manera irreversible cuando en el resto del mundo ya se cuestionaba esas prácticas. ¡Había hombretones que ganaban medallas olímpicas compitiendo contra mujeres!

Es divertido ver la reacción de la progresía. Según ellos, los americanos son una pandilla de anormales que ha elegido a un grupo de millonarios fascistas. Detectan tecnócratas peligrosos los que acaban de asaltar Telefónica y tienen en su poder Indra, el cis o la televisión pública. Y como prueba de su desesperación acuden al reductio ad Hitlerum. Parece que el habitual reductio ad Francum se les queda corto. Hablan de saludos nazis, los muy ridículos. Y lo dicen los socios de Bildu, que se manifiestan a favor de asesinos de judíos. Ernesto Ekaizer escribe sobre el «fürer Trump».

La Ser, como siempre, va más allá. Una de sus locutoras se pone en la piel de Melania — ya quisiera esa petarda de La Ser — y se atreve a decir que la primera dama estadounidense «parecía rezar para que la próxima vez el francotirador tenga más suerte». Yo imagino los pucheros de toda esta gentuza si algo así se hubiera dicho de Sánchez, por poner un ejemplo. O de Begoña. Si alguien soltara públicamente, en un medio subvencionado, que ojalá los valencianos lo hubieran linchado.

Por aquí anduvo esta semana. Blindado, rodeado de seguridad. Imposible acercarse a menos de cien metros. Así tiene que pasearse por España el amado líder. Presentó «soluciones sociales y feministas para la dana», el muy sinvergüenza. Pilar Bernabé, la nueva esperanza del socialismo valenciano, habla de la creación de un grupo de expertos. ¡Qué recuerdos! Y, por si fuera poco, anuncia que de esta recuperación saldremos mejor. Más fuertes, le faltó decir.

Pero bueno, ahí sigue la izquierda. Con sus rabietas. Dando el coñazo con que se van de la red social X — como si nos importara a alguno — y atacando a esa plataforma ahora que no la controlan. Mientras tanto, seguimos con las tonterías gubernamentales. Esa ley ómnibus que ha rechazado el Congreso presentado sólo para retratar a unos y a otros sin aportar soluciones. Para eso ha quedado el parlamentarismo. Activa, eso sí, la movilización de los sindicatos. Se van a manifestar contra la oposición. También quedan retratados. 

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