La lucha contra el avance de las izquierdas travestidas de causas nobles debe darse con firmeza y en todos los campos de manera simultánea porque ellas han inundado la vida cotidiana con su doctrina perversa. Luego del sonoro fracaso que padecieron tratando de imponerse por la fuerza en las décadas de los años ‘70 y ‘80 tanto en Europa como en América, mutaron y se escondieron tras variedad de banderas y problemáticas que infectaron con el virus de su ideología. Así sobreviven desde entonces en el feminismo, las campañas por los derechos humanos, las minorías LGTB, la defensa de los bosques, el aire y la ecología, causas legítimas algunas, usadas para el adoctrinamiento.
Europa Viva 24 es una convocatoria iniciada por VOX en Madrid en 2021 y que se ha transformado en una referencia filosófica y política del pensamiento conservador para Europa y la Iberosfera. En ese primer evento, la titular del gobierno italiano Giorgia Meloni criticó el Pacto Verde y aludió a las izquierdas europeas señalando que «lo que la izquierda quiere ocultar es que ellos fueron los artífices de los fracasos de la Unión Europea… pensaron que podían cambiar identidad por ideología, libertad por comodidad, y hoy paga el precio de sus elecciones». Se trata de una de las primeras dirigentes que alertó sin disimulos sobre la deriva que lleva Europa.
«La locura del llamado Pacto Verde», así ha calificado Meloni las políticas ecologistas en la Unión Europea y se diferenció de manera contundente: «Somos conservadores, y nosotros a estos pactos les llamamos ‘naturaleza’. Queremos defender la naturaleza con el hombre dentro y ellos no quieren que tengamos hijos porque ‘contaminan'»; un reproche explícito a la UE: «Nos ha dicho cómo tenemos que comer, qué coches podemos usar… Utilizaron la naturaleza para coartar nuestra libertad».
En oportunidad de su visita a la Argentina, en octubre pasado, Meloni ha manifestado su coincidencia con la mirada global del presidente argentino Javier Milei, quien también se ha pronunciado como un adversario implacable de la Agenda 2030, paraguas que cobija esos emprendimientos de las izquierdas. En Buenos Aires, Meloni ratificó lacolaboración entre ambos países y destacó el alineamiento político con Milei en temas como Ucrania, Medio Oriente, crisis en Venezuela, lucha contra el crimen organizado, infiltración del sistema económico y social y tráfico de personas.
«Compartimos una idea política. Somos dos líderes que luchan por defender la libertad de Occidente y que tenemos como puntos cardinales la libertad, la igualdad entre personas, los sistemas democráticos y la igualdad entre naciones» dijo Meloni tras el encuentro en la Casa de Gobierno argentina.
Con idéntico empeño Santiago Abascal, líder de VOX, enfrenta la ola izquierdista de Pedro Sánchez y el acompañamiento cómplice que el jefe del gobierno español recibe del Partido Popular. Hace algunos meses, de visita en Buenos Aires, afirmó: «Nosotros hemos combatido con toda contundencia las políticas de género, las políticas de un feminismo extremo que en España ha llevado a terminar con la presunción de inocencia de los varones. Por lo tanto, mi visión es exactamente igual de contundente que la de Javier Milei. Nosotros acabaríamos de un plumazo con el Ministerio de Igualdad; pensamos que es un chiringuito del socialismo; ahora se disfraza de feminista, se disfraza de ecologista”. «Los socialistas sólo utilizan a la mujer, sólo utilizan la ecología, sólo utilizan a los jóvenes como parte de una lucha política. No lo hacen con sinceridad. Su única convicción es la obtención del poder a cualquier precio. Y creo que en Iberoamérica vemos muchas pruebas de eso».
Estas son tres expresiones de una misma mirada novedosa y valiente. Como corolario a los nuevos vientos que soplan, la victoria de Donald Trump, cuya primera presidencia ha sido testimonio de su compromiso con los valores de Occidente, viene a fortalecer este bloque. Que estén alerta los socialdemócratas.
Trump ha expresado una postura crítica hacia la Agenda 2030 de la ONU y sus objetivos, especialmente en lo que respecta a su impacto en la soberanía de Estados Unidos y las políticas económicas. En varias ocasiones ha señalado que podría representar una amenaza para la independencia económica y política de los países, pues implica una serie de compromisos que, en su opinión, podrían reducir las autonomías.
Cabe recordar que, durante su administración, Trump abandonó el Acuerdo de París sobre el cambio climático vinculado a la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) argumentando que era perjudicial para la economía americana y que los objetivos de la mencionada Agenda podrían imponer cargas económicas innecesarias a empresas y ciudadanos. En resumen, la postura de Trump hacia la Agenda 2030 refleja su enfoque de «America First» que prioriza los intereses de EE.UU. por encima de los compromisos globales que podrían percibirse como una restricción al crecimiento económico y a la soberanía de las naciones.
Estamos en presencia de políticos que comparten la idea de que es preciso encarar una lucha frontal contra el globalismo que, hay que reconocer, ha llegado demasiado lejos. Es la batalla cultural en la que están embarcados estos nuevos líderes de la libertad; han dado inicio a una verdadera revolución pacífica contra la corrección política que cercena las libertades a los ciudadanos. Para ellos, el individuo debe volver a ser el centro de todas las políticas y se los ve decididos a enfrentar el relato woke que privilegia la burocracia y las políticas supranacionales inventadas en Bruselas. La renovación de liderazgos ha comenzado. ¡Bienvenida!