«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Hughes, de formación no periodística, es economista y funcionario de carrera. Se incorporó a la profesión en La Gaceta y luego, durante una década, en el diario ABC donde ejerció de columnista y cronista deportivo y parlamentario y donde también llevó el blog 'Columnas sin fuste'. En 2022 publicó 'Dicho esto' (Ed. Monóculo), una compilación de sus columnas.
Hughes, de formación no periodística, es economista y funcionario de carrera. Se incorporó a la profesión en La Gaceta y luego, durante una década, en el diario ABC donde ejerció de columnista y cronista deportivo y parlamentario y donde también llevó el blog 'Columnas sin fuste'. En 2022 publicó 'Dicho esto' (Ed. Monóculo), una compilación de sus columnas.

Regulación para la fachosfera

18 de junio de 2024

Aprobada la amnistía, asumida la impotencia de oposición, instituciones y manifestantes y la ceñuda pasividad del rey firmante (no monarca, sino firmarca) hay, entre muchas, cuatro cosas para estar atentos los próximos meses: la financiación singular para Cataluña, la preparación del ambiente para un referéndum, la vuelta de tuerca a la justicia y el control de la prensa.

¿De qué prensa si la tienen toda? De la pseudoprensa, de los «pseudomedios», que dice Sánchez.

El domingo, el antropoide ministro Puente, en tono amenazante, se dirigió al periodista Vito Quiles como «saco de mierda».

Quiles pidió amparo a la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España) que se lo deniega con el argumento, primero, de que no es periodista sino político y, segundo, de que mientras fue periodista vulneró sistemáticamente el código deontológico de la FAPE y el constitucional principio de veracidad. La FAPE se encoge de hombros y enseña a Quiles el camino de la justicia, en cuya instancia final ya sabemos quién está.

En los años 90, el PSOE tenía como enemigo al llamado sindicato del crimen, expresión de Cebrián para referirse a los periodistas que, con algún grado de concertación, elevaron la crítica sobre los corruptísimos gobiernos de Felipe González. Hablamos de radiofonistas como Antonio Herrero o Losantos, directores como Anson, Pedro J. Ramírez, periodistas como Martín Ferrand, Del Pozo, etc. Eran figuras contrastadísimas en sólidos medios de comunicación.

Vito Quiles es un joven de 23 años con un micrófono y media sonrisa. ¿Hemos pasado del Sindicato del Crimen a un chico de 23 años? Esto no es serio. Que el azote del gobierno sean Quiles y Negre resulta difícil de creer.

En el escrito de la FAPE late ya el espíritu de Sánchez, con el que  anuncia que acabará con los «seudomedios». En su regulación (trasposición de Bruselas retocada de sanchismo, es decir, europepé aliñado con el perejil sanchista) definirá qué es un medio y qué no lo es. Los primeros emitirán noticias, los segundos bulos. Pero es que los medios son, casi en su totalidad, de PP y PSOE, mundo Ibex, Ibexia. Más allá no hay apenas estructura industrial, estructura periodística.

Otro joven reportero, Josué Cárdenas, ha publicado recientemente un libro, Dentro de la Fachosfera, donde además de saldar cuentas con excompañeros, asunto que no interesa aquí, deja una descripción (crítica) en tiempo real, el retrato al carboncillo de un mundo o submundo mediático. La llamada «fachosfera», lo que está a la derecha de la peperosfera, es de una absoluta precariedad. Una precariedad lastimosa. No hay una estructura periodística. No se han desarrollado empresas, negocios, una mínima solidez. Hay muy poco en la derecha no pepera y casi siempre aventuras personalistas. Hay pseudomedios, pero porque no puede haber otra cosa. No lo son porque digan pseudoverdades sino porque solo hay una pseudoindustria, e Internet abre un mundo facundo donde la charlatanería superará siempre al amateurismo, pues no puede haber otra cosa que amateurismo donde no hay medios. Gente intentando hacer bien las cosas desde su casa. Pero sin un duro.

Algo de dinero termina apareciendo, claro, pero si no hay industria ¿de dónde sale?

La 78esfera no admite una sola verdad y si la admite es en diferido. En los medios ibexeros (donde se está) mandan el PSOE y el PP, y para escribir o hacer un trabajo fuera de ellos hay que saltar al otro lado. Pero en ese otro lado (donde no se está sino que se pseudoestá) ya lo vemos, ni se merece entrada al Congreso, ni amparo de la FAPE, y el mismo estatuto de lo que se produce es sospechoso; al ostracismo periodístico y social se le añadirá pronto, sancionado institucionalmente, una especie de ostracismo epistemológico.

Medios, en definitiva, son los que dominan el PSOE y el PP. Lo otro son, por definición, «seudomedios» y como tales recibirán muy pronto su merecido y su regulación.

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