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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por Más se perdió en Cuba.
Es licenciado en periodismo; doctor en Economía Aplicada y BA (Hons) en la Universidad de Essex (Reino Unido). Dedicado durante décadas al periodismo económico y de investigación trabajó para El País, Le Monde, Diario 16, Cambio 16, Le Soir, Avui, Radio Nacional de España y El Noticiero Universal. Fue el primer director de Intereconomía Televisión y también director editorial de Grupo Intereconomía. Entre otros premios obtuvo la Antena de Oro de la Televisión por Más se perdió en Cuba.

Villarejo, ¡vete al guano!

4 de septiembre de 2014

El eurodiputado de Podemos, Carlos Jiménez Villarejo, fiscal jubilado que emprendió el “caso Catalana” junto a José María Mena, debe tener problemas de conciencia y ahora descubre lo obvio: “los fiscales Generales que nombró Felipe González me prohibieron investigar a Pujol”.  ¡Asombroso!.

El ex militante del PSUC nunca fue un adalid del heroísmo y se dejó agasajar por ese mismo presidente socialista, quien -ya de salida- le nombró primer Fiscal Anticorrupción de España.

Tanto tiempo aplaudiendo a Baltasar Garzón y militando en un partido bolivariano han retorcido su afamado recto proceder. ¡Cómo debió sufrir, noches de remordimiento e insomnio el fiscal Jiménez Villarejo! (tío carnal de Trinidad Jiménez). Con la conciencia raída y “sometido” al poder del Gobierno, ha confesado sus pecados. Casi me olvido de que luego fue fiscal anticorrupción en Madrid, con el “enemigo”. Con un tal Aznar, pero él tampoco tuvo agallas. Nunca sintió el arrebato de desempolvar los escándalos de Convergencia. Vamos, que Villarejo no se opuso en su vida, ni al absurdo del título de su cargo. ¿O es que hay Fiscales que no sean Anticorrupción?

Hay quien dice que este hombre cambió tras una caída de caballo, un cruel talegazo que le fracturó una pierna. Pero la verdadera caída del caballo -peor que lo de Saulo de Tarso- es la de exponerse a mostrar al pueblo lego (como yo) que un fiscal jubilado de larguísima trayectoria pueda correr tan alegremente el filo de la prevaricación. Los funcionarios del mundo fiscal jamás han hablado con ese desparpajo boquerón que los Gobiernos obligan a los Fiscales a no tocar los cojones de los políticos amigos con las manos frías. Pues que viva el Estado de derecho y que Montesquieu se convierta en marca de champagne.

Este  delito se produce cuando una autoridad dicte una resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial; a sabiendas de que ese acto es injusto. Eso incluye el archivo de procedimientos. ¿Su actitud no fue un flagrante incumplimiento de deberes de un servidor público?

O es que las investigaciones no se cerraron; ¿tal vez se congelaban las investigaciones abusando de la arbitrariedad del cargo? Si Villarejo, como representante del Ministerio público, tenía certidumbre de un presunto delito, debió investigarlo. Tuvo varias administraciones de diferente signo para poner sobre la mesa los expedientes de Pujol. Si no lo hizo, fue porque quedó acomplejado por tener que envainársela en el “caso Catalana” y porque se apuntó a cobrar a final de mes sin heroísmo. Sueldo sin honra; antes que honra sin sueldo.

Dice Villarejo que  «Resulta difícil creer que ninguno de los miembros de los gobiernos de CiU no supieran nada del patrimonio oculto de Pujol en paraísos fiscales». Y también que: «Ha habido silencios calculados, complicidades y un plan premeditado para permitir que CDC fuera un instrumento de enriquecimiento de sus dirigentes y su presidente»  Y él, que fue fiscal jefe en Cataluña cuando se lidiaba en tribunales el “caso Casinos”, el “caso Planademunt-ICF” o el “caso Caric” ¿No forma parte de esos silencios cómplices?

¿Cuándo fue Fiscal Anticorrupción por qué no ordenó investigar los pagos de Javier de la Rosa al partido de Pujol? ¡Qué mala es la amnesia! Y cuando estalló lo del “caso Pallerols” ¿cómo consintió el Ilustrísimo señor Fiscal Anticorrupción que la instrucción se prolongara durante 14 años? ¿Cómo consintió el probo fiscal 30 años de impunidad judicial con final feliz de Convergencia  que tuvo que venir a tambalear la amante del hijo mayor de Pujol? ¿Tuvo sangre el señorito fiscal para reaccionar cuando Pasqual Maragall  hizo voz pópuli que CiU tenía un problema que se llamaba tres por ciento? ¿Abrió alguna investigación? ¿Apoyó al empresario (único) que denunció pagar coima por contrato en Adigsa? La respuesta a todas estas preguntas es. “No” o “Nada de nada”.

Así que amigo Villarejo: Váyase al guano, eso sí, con la venia…

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