El Papa celebrará los oficios del próximo Jueves Santo 28 de marzo en la cárcel de mujeres de Rebibbia, en Roma, en una visita privada, y, por tanto, sin cámaras ni periodistas, en la que lavará los pies a doce reclusas. Según ha informado en un comunicado la Oficina de Prensa del Vaticano, está previsto que Francisco se reúna después con algunas de las detenidas y trabajadores del centro penitenciario.
El arzobispo Diego Ravelli, maestro de ceremonias papales, hizo pública la semana pasada la agenda de Francisco para Semana Santa y dio por hecho que presidirá el Vía Crucis en el Coliseo el 29 de marzo para presidir las catorce estaciones que recorren desde la condena a muerte de Jesús hasta su sepultura, en una de las ceremonias más seguidas por los fieles de Roma. Esta tradición recoge la persecución que sufrieron los primeros cristianos por el Imperio Romano.
El año pasado el Pontífice estuvo hospitalizado por una bronquitis y tuvo que cancelar su presencia en el Vía Crucis —que se celebra de noche y suele presidir desde un palco habilitado en el Monte Palatino al aire libre— debido a las bajas temperaturas que se registraron en la capital italiana, según indicó entonces la oficina de prensa Vaticano.
La agenda de actos litúrgicos del Papa en Semana Santa arrancará el 24 de marzo, Domingo de Ramos, cuando Francisco presida, a las 10.00 horas en la plaza de San Pedro, la misa que conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén y los momentos de su Pasión. El 28 de marzo, Jueves Santo, el Papa abrirá el Triduo Pascual con la misa de Jueves Santo con la misa crismal en la basílica y el lavatorio de los pies.
El Viernes Santo, además del Vía Crucis, celebrará la misa de la Pasión del Señor a las 17.00 horas en San Pedro. Después, la noche del 30 de marzo, Sábado Santo, el Pontífice presidirá el rito de la Pasión, la única del año en la que no hay consagración en señal de luto por el martirio de Jesús.
