El Vaticano ha denunciado la inclusión del aborto en la Constitución de Francia. Celebrado en el país galo como un gran avance social y aplaudido por el consenso generado en la Cámara francesa —el partido de Marine Le Pen votó a favor de la consagración del aborto—, el nuevo blindaje de este crimen ha causado gran tristeza en la Iglesia.
Concretamente, la Pontificia Academia para la Vida del Vaticano ha explicado este lunes que el aborto «no puede ser un derecho», en referencia a la decisión del Senado de Francia de incluir el asesinato de los más inocentes en su Constitución.
«La Pontificia Academia para la Vida reitera que precisamente en la época de los derechos humanos universales no puede haber un ‘derecho’ a suprimir una vida humana», ha señalado el organismo vaticano en una nota de prensa.
Así, denunciando el caso concreto de Francia, que ahora se ha convertido en el primer país en blindar el aborto como un derecho constitucional, la Academia vaticana se ha dirigido a todos los gobiernos del mundo, para que «la protección de la vida se convierta en una prioridad absoluta, con pasos concretos en favor de la paz y la justicia social, con medidas efectivas para un acceso universal a los recursos, la educación y la salud».
En esta misma línea, el Vaticano ha destacado que «la protección de la vida humana es el primer objetivo de la humanidad» y sólo se podrá dar en «un mundo sin conflictos ni heridas, con una ciencia, una tecnología y una industria al servicio de la persona y la hermandad». Una referencia directa a la industria del aborto, que acaba con millones de vidas inocentes cada año.
«Para la Iglesia católica la defensa de la vida no es una ideología sino una realidad, una realidad humana que involucra a todos los cristianos, precisamente porque son cristianos y humanos», ha explicado la Pontificia Academia, citando un discurso del Papa Francisco en la audiencia general del 25 de marzo de 2020.
