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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Cabify quiere ser plataforma de transporte y trabajar con taxistas

Cabify quiere convertirse en una plataforma multimodal de transporte que incluya a los taxistas en Barcelona, como ya ocurre en otras ciudades en las que trabajan con este sector, según ha dicho este miércoles su fundador y consejero delegado, Juan de Antonio.

En una conferencia en el «Fórum Europa. Tribuna Catalunya», De Antonio ha explicado que la empresa volvió a Barcelona el pasado 7 de marzo, tras «ajustar» su forma de operar a la normativa vigente.

Cabify ha adoptado un nuevo modelo de negocio como empresa de transporte VTC tradicional, que son las que dan servicio a hoteles o televisiones, en lugar de operar como agencia de viajes, como lo hace en el resto de España.

Desde entonces, más de 100.000 personas han vuelto a aceptar los términos y condiciones para utilizar los servicios de la plataforma en la ciudad, donde los usuarios sólo tienen que esperar 15 minutos para usar la aplicación una vez han aceptado las condiciones de la misma.

Aunque ha dicho que esta manera de operar no es la idónea, «respeta la legalidad vigente» y cumple al 100 % con todas sus responsabilidades tributarias en España.

El fundador de Cabify ha tendido la mano a todas las instituciones de Cataluña, a los taxistas, a los empresarios y a los VTC para hallar «puntos de encuentro» para mejorar la movilidad y contribuir al progreso de Barcelona.

Ha explicado que los taxistas también utilizan plataformas tecnológicas y que, quizás, el problema que han tenido los taxistas es «tener unos líderes muy radicales» a los que no les interesa mirar hacia adelante y que «no representan a la mayoría que quiere trabajar» y adaptarse a los nuevos tiempos.

Pese a lo que se puede pensar, De Antonio ha afirmado que «el taxi es un aliado natural de Cabify» ya que el 50 % de sus servicios son completados con taxistas que trabajan con ellos en la gran mayoría de países donde operan. «La convivencia es la realidad, lo que ocurre aquí es una excepción», ha remachado.

Ha asegurado que como muchas empresas emergentes tienen la misión de convertir las ciudades en mejores lugares para vivir, con un uso menos intensivo del vehículo particular, y ha dicho que su compromiso con Barcelona es recuperar cerca del millón de usuarios que tenían.

«Cabify nunca ha defendido un trato de favor, sino poder operar en competencia para mejorar los servicios», ha remarcado.

Según ha destacado, en la provincia de Barcelona había en 2017 2,4 millones de vehículos particulares y, mientras la población ha aumentado en Cataluña un 23 % entre 1994 y 2917, el número de licencias de taxis ha descendido un 2 %.

Además, ha asegurado que hay 4,3 licencias de taxis y VTC por cada mil vehículos, lo que está lejos de «desincentivar el uso de coches particulares», por lo que hay decenas de miles de personas que continúan utilizando el vehículo particular porque tienen pocas opciones diferentes.

Según el fundador de Cabify, éste es un sector estratégico donde las principales potencias económicas, como Estados Unidos, China o Alemania, «respaldan» a las empresas de este tipo, mientras que aquí la Generalitat pone «trabas».

Ha recordado que la empresa tributa en España, donde ha pagado 40 millones de euros por su actividad.

Sobre la propuesta que hizo ayer el RACC para que los VTC se regulen como los taxis, De Antonio ha dicho que va en su línea de trabajo y que no cree que en el futuro haya ninguna diferencia en cuanto a la licencias de unos vehículos y otros.

También cree que una mejor gestión en la transmisión de licencias de los taxis «beneficiaría a todos» porque en las grandes ciudades «han alcanzado valores por encima de 100.000 euros», cuando inicialmente eran concesiones administrativas casi gratuitas.

De Antonio ha reiterado la intención de sacar la compañía a bolsa en España, pero ha insistido en que la situación actual de «incertidumbre regulatoria» no parece el mejor momento para hacerlo.

La plantilla de Cabify es de más de 1.500 personas, de las que más de 400 están en España, con más de 200.000 conductores de VTC y taxis presentes en los doce países donde operan.

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