La Guardia civil ofrecerá este jueves una rueda de prensa en Almería para dar cuenta de todos los detalles de una investigación que culminó con el arresto de Ana Julia.
La Guardia civil ha encontrado el hacha con la que supuestamente Ana Julia Quezada golpeó al niño de Almería Gabriel antes de asfixiarle.
Así lo han confirmado fuentes de la investigación, que han recalcado que el caso del niño, desaparecido el 27 de febrero en Las Hortichuelas, en Níjar (Almería) y hallado muerto el domingo, está totalmente esclarecido desde el punto de vista policial.
Al parecer, según ha declarado Quezada, la única detenida por la muerte del pequeño, ambos discutieron precisamente por el hacha y en el rifirafe ella le golpeó con la parte roma de este utensilio.
Tras esa discusión la presunta asesina asfixió al pequeño, cuyo cadáver fue encontrado en el maletero de la detenida, cuando lo trasladaba en su coche en la localidad almeriense de Vícar.
La Guardia civil ofrecerá este jueves una rueda de prensa en Almería para dar cuenta de todos los detalles de una investigación que culminó con el arresto de Quezada.
El juez prorroga su detención
El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería ha prorrogado hasta este jueves la detención de Ana Julia Quezada, después de prestar declaración tras ser detenida por la muerte del pequeño Gabriel.
Tras prestar declaración judicial, Ana Julia Quezada ha sido conducida en un furgón policial a la Comandancia de la Guardia Civil de Almería.
La prórroga de la detención se produce para realizar nuevas pruebas judiciales, por lo que la mujer volverá a declarar este jueves al juzgado, al mediodía.
En las inmediaciones de los juzgados se han concentrado medio centenar de personas que han increpado a Ana Julia Quezada y han intentado acercarse al furgón que la trasladaba, lo que ha sido evitado por agentes de la Policía Nacional.
Gritos de asesina
La arrestada confesó este martes en la Comandancia de Almería que golpeó al pequeño Gabriel con la parte roma de un hacha y que luego lo asfixió.
Horas después de la llegada de Ana Julia a los juzgados, sobre las 11 de la mañana, una quincena de personas se ha concentrado ante la entrada de los aparcamientos con carteles y al grito de «asesina, criminal».
Junto a ellos, decenas de medios de comunicación que esperan que los letrados de la asesina confesa, Esteban Hernández Thiel y Beatriz Gámez, ofrezcan nuevos datos sobre la investigación.
La confesión de Ana Julia
La versión que la acusada ha ofrecido a la Guardia Civil podría estar diseñada para eludir la prisión permanente revisable que, de ser juzgada por asesinato, podría recaer sobre ella.
Así, Ana Julia ha contado a la Guardia Civil que cuando salió de la casa de la abuela de Gabriel encontró al niño solo, «jugando con un palito», y le invitó a ir con ella hasta la finca propiedad de la familia paterna del pequeño. Una vez allí, y tras ver al niño jugando con un hacha, ella le habría pedido que dejara el objeto y el pequeño Gabriel habría comenzado a discutir con ella. Ana Julia no ha dudado en acusar al niño de un intento de agresión. «Él me dijo: tú no eres mi madre, tú no me mandas y además no te quiero volver a ver nunca. Así que nos peleamos por el hacha, se la quité y al final, con la rabia, acabe asfixiándole, tapándole la nariz y la boca». Es parte de la declaración filtrada por Antena 3 este miércoles. Una estudiada versión que podría librar a la autora confesa de la muerte del pequeño de la acusación de asesinato.
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