Con valentía, lo que les hace merecedores de la ovación de La Gaceta de la semana, abogaron por la protección del ‘nasciturus’.
La Cámara de los Diputados de Argentina aprobó el pasado jueves una ley que busca despenalizar el aborto hasta el cumplimiento de la semana 14 de gestación, y que ahora pasará al Senado para eventual sanción definitiva. La iniciativa fue rechazada por 125 diputados, algunos incluso con posiciones políticas antagónicas ya que tanto el oficialismo como la oposición dieron libertad de voto.
Con valentía, lo que les hace merecedores de la ovación de La Gaceta de la semana, esgrimieron que el «aborto es un fracaso» y abogaron por la protección del nasciturus, el ser humano más débil, y la defensa de las dos vidas. «No hay un acto más revolucionario que defender la vida y la justicia social en una patria», dijo el diputado de centro-izquierda -del Frente Progresista Cívico y Social- Luis Contigiani, antes de recordar que «un embrión de 14 semanas tiene identidad genética, y es una criatura y un ser humano».
La decisión ha caído como un jarro de agua fría en la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que ha reconocido que le «duele», ha reiterado la «necesidad» de que «pueda haber diálogo» en el Senado y ha añadido que «el dolor por el olvido y la exclusión de los inocentes debe transformarse en fuerza y esperanza, para seguir luchando por la dignidad de toda vida humana».
La tristeza de los obispos argentinos contrasta con el desconcertante silencio del Papa Francisco, que sí ha enviado un cordial saludo a los jugadores y a los seguidores del Mundial de fútbol.